En la clausura de su “Seminario Anual”, el presidente del Instituto Argentino de Energía (IAE) General Mosconi, Jorge Lapeña advirtió que, pese a que aún no está resuelto el problema de la expansión del sector eléctrico, el país tiene actualmente una gran posibilidad de convertirse en un exportador relevante de hidrocarburos y, a la vez, abastecer el mercado interno de gas con precios cada vez más bajos en beneficio de los usuarios y del crecimiento económico.
“Si logramos ser un país exportador de gran escala de gas y petróleo y aceptamos las reglas de juego del mercado internacional, podríamos estar vendiendo al mundo a precios FOB el gas en Bahía Blanca y Punta Colorada. Esa situación nos llevaría a una situación interesantísima de precios en boca de pozo mucho más bajos que esos precios FOB de Bahía Blanca y al interrogante de ¿cuál debería ser el precio justo de ese gas en boca de pozo: 3,80; 4 ó 1,20 US$ por millón de BTU?; destacó el exsecretario de Energía.
Según la visión de Lapeña “si llegamos a conseguir valores de 1,20 y 1,40 US$/MBTU, entonces habrá fiesta en la Argentina porque tendremos un precio del gas parecido al del Plan Houston y en línea con los valores actuales del Henry Hub”.
Agregó que “lo mismo nos va a pasar con el petróleo y tenemos que cumplir con lo que se dijo sobre el precio FOB de exportación. Yo creo que este es un objetivo de política energética que no ha sido tomado a fondo por los que intervienen en política todavía. Si nosotros lo razonamos bien, podemos convencerlos de que esto es bueno para la Argentina y para el mundo porque nos permitiría sanear una gran parte de nuestra economía”.
Con respecto a las inversiones que demanda el sector energético, Lapeña consideró que “estamos invirtiendo bastante poco. La Argentina tiene un PBI de US$ 600.000 millones e invierte menos del 15 %. Esto ni siquiera repone lo que se gastó. Estados Unidos está más cerca del 25% y China, según nos dice el maestro Alieto Guadagni, viene invirtiendo el 45 % del PBI”.
“Otra cuestión importante es que no está clara es cómo va a crecer el sector eléctrico. Hacen falta líneas de transmisión, pero no las podemos hacer porque no podemos arriesgar la plata en eso o no se le puede pedir a alguien razonable que lo haga”, sostuvo el timonel del IAE.
Añadió, además, que “existen distorsiones que no son fáciles de remover, pero que es interesante que todos las conozcamos porque nuestro sector eléctrico pudo realizar en el siglo XX cosas que no puede hacer en el siglo XXI. Se pudo construir el parque de centrales hidroeléctricas más importante de América y la red de gasoductos con inversiones que ahora no resultan tan fácil de poder conseguir. Ante esa situación, la misión principal de la política será poder hilvanar nuevos programas para estar en un punto más satisfactorio que el actual que nos permita resolver el problema de la expansión eléctrica”.
En tanto, el economista y jefe de la consultora Empiria, Nicolás Gadano resaltó que "procurar alcanzar 30.000 millones de dólares por la exportación de hidrocarburos es un objetivo macroeconómico importante, pero también lo es apostar a tener costos energéticos más bajos a partir del gas destinado al mercado interno".
Para Gadano “no resultan objetivos incompatibles exportar con precios internacionales favorables y a la vez posibilitarle a la economía argentina precios más bajos de la energía y más competitivos para la producción".
Por su parte, el vicepresidente de Estrategia y Nuevos Negocios de YPF, Maximiliano Westen pronosticó que “el desarrollo de Vaca Muerta permitiría exportar este año hidrocarburos por hasta 5.000 millones de dólares y en pocos años alcanzar el equivalente a unos 30.000 millones de dólares anuales”.
Indicó que la producción actual de YPF resulta “muy competitiva a nivel mundial” debido a los trabajos e inversiones de puesta en valor de Vaca Muerta que viene ejecutando la empresa desde 2012 y la reducción sistemática de costos en el desarrollo de nuevos pozos.
Al exponer en el panel de “Hidrocarburos y crecimiento económico" del seminario organizado por el IAE, Westen se refirió al megaproyecto de exportación de GNL que impulsa YPF y destacó que “implicara una inversión del orden de los US$ 30.000 millones para la cual estamos buscando varias fuentes de financiamiento”.
El ejecutivo de YPF ponderó la puesta en marcha del RIGI (Régimen de Incentivos a la Grandes Inversiones) porque “otorga un nuevo y adecuado marco legal para poder mejorar la competitividad y salir a vender GNL al mercado internacional”.
