El transporte eléctrico se convirtió en uno de los principales cuellos de botella de la industria energética llegando a un punto de saturación total que no permite instalar nueva generación.
“Hoy no podemos aprovechar el potencial eólico de Patagonia y sur de Buenos Aires ni el solar de Cuyo y el NOA. Eso hace que la generación eficiente no pueda llegar a la demanda y tiene que recurrir a generación local que es térmica, de combustibles líquidos y mucho más costoso para el sistema”, afirmó Carlos Borga, director técnico de Transener en un evento organizado por la Universidad Austral.
En ese sentido, la compañía de transporte eléctrico presentó un plan de obras a 10 años por 9.800 millones de dólares que fue acordado con la Secretaría de Energía para solucionar estos problemas.
Ahorro de USD 1.000 millones por año
“Lanzándolas hoy de acá a tres años esas obras pueden generar ahorros de despacho que igualan el costo de las obras. Es un ahorro de 1.000 millones de dólares por año”, afirmó el especialista.
En total, se trata de construir 11.900 km de líneas de alta tensión (28% más que lo existente) que permitirán una ampliación del parque generador de 7.870 MW, de los cuales un 46% serían energías renovables.
La obra más urgente es la denomina AMBA 1, que requiere una inversión de 1090 millones de dólares para construir casi 700 km de líneas y una estación transformadora para sumar 1.500 MW de generación. “Es la obra más importante, tiene que empezar ya. Esa estación se vincula con el área de Comahue y con las áreas de Bahía Blanca. Va a permitir que el potencial eólico pueda llegar al Gran Buenos Aires”, dijo Borga.
El gran interrogante es el financiamiento, el cual desde Transener proponen que se haga un sistema de “estampillado” donde se traslada el costo a la demanda. “La obra beneficia a todo el sistema y por eso la debería pagar todo el sistema. En la tarifa que cada uno paga, se debe cobrar un plus para juntar dinero que termine repagando la obra”, opinó.
“Si empezamos a recaudar ahora, en seis meses se podría juntar el dinero para empezar la obra. En un estampillado de tres años, el costo del sistema se incrementaría un 3,4%, lo que representaría un impacto en tarifa del 1,4% y en inflación del 0,2% de incremento”, agregó.
Fuente: Más Energía