El 30 de octubre, varios medios de transporte, como trenes, aviones y barcos, se verán afectados por una medida de fuerza a nivel nacional. Sin embargo, los colectivos a cargo de la UTA no se sumarán al paro y mantendrán su servicio habitual.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con Luciano Fusaro, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios de Transporte Automotor (AAETA), quien contó que la Cámara de Servicios Urbanos tuvo algunas conversaciones con la UTA y según la información transmitida, “el servicio urbano de pasajeros no será afectado por la medida de fuerza, por ahora”.
A qué se debe la caída del número de pasajeros
Al ser consultado sobre la caída en el número de pasajeros, el entrevistado explicó que la cifra se ubica en un 7% en comparación con el año anterior. “Una de las causas principales de esta baja es la caída de la actividad económica, especialmente en el primer semestre, lo que impacta directamente en el transporte, ya que es una demanda derivada”, mencionó.
Además, para Fusaro el aumento del 600% en la tarifa de transporte durante el año es otro causante de esta merma en la actividad. “Aunque el incremento es significativo, no ha mejorado la situación económica de las empresas, ya que fue destinado a cubrir la reducción de subsidios”, siguió.
Qué sucede ante la pérdida de frecuencia de colectivos
En continuidad con el tema, el entrevistado mencionó que la pérdida de frecuencias en los servicios de transporte, “empeoró la calidad del viaje”. Y remarcó que esta situación llevó a que muchos usuarios, incluso aquellos que pueden pagar el boleto, “opten por buscar alternativas debido a las largas esperas y la mala experiencia de viaje”.
Al ser consultado sobre el valor del precio real de un boleto de colectivo, Fusaro aseguró que, “el boleto mínimo debería costar 1300 pesos”. Y añadió: “Sin embargo, entre tarifas y subsidios, solo se perciben 900 pesos por viaje, dejando una diferencia de 400 pesos por cubrir”.
Para cerrar, Fusaro agregó: “Las empresas proponen que el subsidio se destine directamente a las personas que no puedan pagar, en lugar de ser otorgado a las empresas. Esto permitiría mejorar la inversión y operación del servicio”.
Fuente: Perfil