La Junta Interna ATE de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea) informó el freno de la obra civil del reactor nuclear Carem 25, el primero en el país. «El resultado inmediato es que se frenan o discontinúan trabajos en el predio«, informaron en un comunicado. Desde la delegación Carem, confirmaron a Energía On que ya hay 150 trabajadores que recibieron el telegrama de despido.
«Con la designación del nuevo presidente de CNEA, Germán Guido Lavalle, las autoridades de CNEA, profundizan la paralización de la obra del Carem. La nueva gerenta de área del Carem anunció la decisión de no seguir avanzando en la construcción civil, frenando la obra casi por completo», marcaron desde ATE CNEA en un comunicado.
Esto provocó el freno de los trabajos que se llevaban adelante en el predio Carem Lima, «lo que genera el despido de la mayoría de los obreros de la construcción y el retraso en general del proyecto Carem», indicaron.
Además de los 150 trabajadores que ya recibieron el telegrama, afecta la continuidad de los trabajadores tercerizados. «La gente de la cocina, la gente del transporte, la gente de la limpieza. El trabajador tercerizado también queda afectado por la discontinuidad de la obra«, señaló la delegada de ATE Carem, Isabel Franco en diálogo con Energía On.
El reactor Carem (Central Argentina de Elementos Modulares) es desarrollado por CNEA como el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado en Argentina. Se trata de un reactor modular de baja y media potencia (SMR por sus siglas en inglés).
«Esta parálisis la justifican con la excusa de que van a hacer foco en los problemas de ingeniería del proyecto. Estos problemas existen, se estaban abordando y se tienen que resolver, pero el parate de la obra es producto del brutal ajuste que está haciendo el gobierno de Milei y ejecutando las autoridades de CNEA», señalaron desde ATE CNEA.
A este factor se suma el congelamiento de los salarios, «los despidos en la obra, las renuncias y la pérdida de derechos laborales que destruyen los más de 70 años de historia y experiencia en manos de los trabajadores. Eso nos lleva a la pérdida de autonomía tecnológica. Además, si se animan a frenar uno de los proyectos insignia de CNEA, qué resta para los demás proyectos», advirtieron.
Dentro de la comisión en sí, «hoy están casi todas las categorías del escalafón por debajo de la línea de pobreza en el sueldo básico«, expuso la delegada de ATE CNEA, Carolina Komar en diálogo con este medio.
Desde la Junta Interna también observaron el futuro de Impsa, la empresa de energía que fabrica componentes auxiliares del reactor. «Con la política de privatizaciones de Sturzenegger, es muy posible que Impsa quede bajo el control de una empresa extranjera. Las empresas candidatas son la alemana Siemens, la estadounidense General Electric y la francesa Alstom», señalaron.
La firma desarrolló los cuatro generadores de vapor de la central nuclear de Embalse, ubicada en Córdoba y trabaja en el recipiente de presión del Carem. «La desnacionalización de un proveedor local de grandes componentes es una tragedia que se va a pagar en dólares, no en pesos, y se puede perder autonomía», expresaron.
«El gobierno de Milei y las autoridades de CNEA aseguran la pérdida total de la soberanía, empujando la privatización de áreas clave y profundizando el desmembramiento de la CNEA y el sector nuclear que comenzó en los 90′. Vienen a terminar el trabajo que dejó inconcluso el menemismo y que pudimos frenar en el 2001«, advirtieron.
Se paralizó la obra del Carem: dudas con la parada programada de Atucha I y el nuevo directorio de Nucleoeléctrica Argentina
En pocos días, está previsto que la central nuclear Atucha I entre en un periodo de parada programada por dos años para realizar tareas de extensión de vida. Sin embargo, podría retrasarse por los picos de consumo de energía eléctrica en el verano.
«Conea hace asistencia a las centrales en cuanto a lo que es la extensión de vida. En cuanto es lo que es el manejo de residuos, asistencias en análisis químicos. Se trata de todo un ecosistema que funciona y que no tenemos certezas de qué pasará con las obras en Atucha I«, expresó Komar.
A la vez, la semana pasada se llevó a cabo la Asamblea de Accionistas de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa que opera las centrales nucleares en el país y que el Gobierno nacional declaró sujeta a privatización parcial. Allí se eligieron a las nuevas autoridades, a escasos días del inicio de la parada programada de Atucha I.
Al respecto, desde la Junta Interna de la Planta Industrial de Agua Pesada, marcaron que «NASA es la que tiene que comprar el agua pesada para los reactores que están hoy por hoy en Argentina. Se habla alrededor de 600 toneladas para garantizar la vida útil de las tres centrales en operación y NASA sería el cliente».
Igualmente, desde la empresa les señalaron que no está en carpeta adquirir agua pesada de producción nacional. «Ahora se habla de la venta al exterior, no solo para abastecer las operaciones de las centrales en Argentina. Sin embargo, más allá de esta situación, desde la Junta Interna seguimos sosteniendo la defensa de las empresas del Estado y la soberanía energética nacional», expresaron.
Fuente: Río Negro