21/05/24

Por la falta de gas natural en el sistema, el gobierno sale de urgencia a comprar 12 cargamentos de combustible líquido para evitar cortes de suministro a industrias

Cammesa licitó la adquisición de siete cargamentos de 50.000 m3 de gasoil y cinco cargamentos de fueloil por 200.000 toneladas en total. Con la compra de urgencia de combustibles líquidos, que obligarán al Ministerio de Economía a gastar más de US$ 500 millones que no estaban previstos, el gobierno quiere evitar cortes de contratos interrumpibles de gas a industrias y grandes comercios, tal como sucede desde la semana pasada con estaciones de GNC.


Un buque tanque de gasoil como los que salió a importar de urgencia Cammesa por la falta de gas natural.

Cammesa, le empresa que se encarga del despacho de energía, que es controlada por el gobierno, salió este lunes a licitar de urgencia la compra de 12 cargamentos de fueloil y gasoil para hacer frente al aumento del consumo de gas por la ola de frío que se extenderá en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) al menos hasta el próximo fin de semana. La llegada del frío en la zona centro del país tomó por sorpresa a la Secretaría de Energía, que había programado el arribo de las bajas temperaturas recién para la primera semana de junio.

La crisis por las inundaciones en el sur de Brasil, que obligó al gobierno de Lula Da Silva a suspender los envíos de energía hacia la Argentina (se pueden importar hasta 2000 megawatt diarios de electricidad), tampoco ayudó al gobierno, que está preocupado por la falta de gas natural en la red troncal de gasoductos. De hecho, de los datos del Enargas, el ente regulador, se desprende que el linepack (presión) del sistema de transporte de gas viene a la baja desde la última semana. Por eso, la instrucción de la Secretaría de Energía es que Cammesa empiece a despachar el parque de generación termoeléctrico con la mayor cantidad de combustibles líquidos (reemplazantes naturales del gas natural) posibles. De ahí se explica que la compañía que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) haya salida casi desesperadamente esta semana a buscar tanto local como internacionalmente la provisión de 200.000 toneladas de fuel oil y 350.000 metros cúbicos (m3) de gasoil. Se estima que el costo estimado de todos los cargamentos rondará los 600 millones de dólares, adicionales a lo que ya estaba previsto, lo que sumará una presión fiscal adicional a las cuentas que lleva adelante el Ministerio de Economía.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que a partir del jueves y hasta el viernes los vientos del sur regresarán con ráfagas de hasta 50 km/h, lo que provocará un descenso significativo de las temperaturas en el AMBA. Las mínimas caerán por debajo de los 8° y las máximas llegarán solo a 13° el viernes. El próximo sábado 25 de mayo será el día más frío de la semana. Las temperaturas mínimas caerán a 4 grados durante la madrugada, mientras que las máximas solo alcanzarán los 11 grados al mediodía.

Compras de urgencia

Cammesa traerá 7 cargamentos de 50.000 m3 de gasoil cada uno y 5 cargamentos de fueloil por 200.000 toneladas en total. Las empresas interesadas en participar de la licitación deberán presentar sus ofertas este miércoles. La mayoría del combustible se va a tener que traer del exterior porque no hay volúmenes suficientes para adquirir esa cantidad de gasoil y fueloil en el mercado local. «La primera ventana para entregar gasoil que definió el tender es en los primeros días de junio. Salvo que algún trader o petrolera internacional cuente con un barco que de casualidad esté navagando cerca de Buenos Aires, es difícil que Cammesa consiga ofertas y si lo hace, el precio que deberá pagar será bastante más caro que el de mercado», explicó en una petrolera.

El problema de fondo es que no hay gas natural disponible en el sistema debido a las restricciones en el sistema de transporte como consecuencia de la falta de capacidad en los gasoductos durante los picos de demanda. Prueba de eso es que la construcción de las dos plantas compresoras en Tratayén y Salliqueló de Gasoducto Néstor Kirchner, que permtirían duplicar el volumen de gas transportado desde Neuquén hasta Buenos Aires (hoy se envían 11 MMm3/día de gas), se demoró por la transición que implicó el cambio de gobierno, que demoró el proceso de aprobación de certificados de avance de obra a las empresas constructoras que trabajan en esos proyectos (se estima que la deuda actual de Enarsa con los contratistas ronda los US$ 40 millones).

La intención de la Secretaría de Energía es que la planta compresora de Tratayén ingrese en operación en el trancurso de junio, lo que permitirá traer 5 MMm3/día más de gas natural desde Neuquén, pero mientras tanto la instrucción de la cartera que dirige Eduardo Rodríguez Chirillo a Cammesa, que por contrato puede tomar un bloque de 30 MMm3/día de gas, fue que baje la demanda del fluido para evitar que se acreciente la caída del linepack. Especialistas consultados por EconoJournal aseguraron que si el gobierno no gestiona de forma integral y unificada (es decir, controlando y coordinando en detalle las existencias de GNL en Escobar, de gasoil y fuel oil y de gas local en el sistema de transporte), el abastecimiento de gas natural durante las próximas dos semanas podría complicarse de manera significativa.

Durante la semana pasada ya hubo problemas por la ola de frío. Algunas distribuidoras de gas empezaron a cortarle el suministro “interrumpible” a más de 124 estaciones de servicio que comercializan Gas Natural Comprimido (GNC) para vehículos, por lo que se suspendió la venta a los usuarios en un centenar de localidades, entre ellas el AMBA, La Plata, Mar del Plata, Santiago del Estero y Tucumán. El corte de gas de contratos interrumpible de GNC es, en los hechos, la primera palanca a la que puede recurrir el sistema para autopreservarse frente a la faltante de gas natural. La segunda es el corte de los contratos interrumpibles de gas en poder de industrias y grandes comercios. Con la compra de urgencia de combustibles líquidos, que obligarán al Ministerio de Economía a gastar más de US$ 500 millones que no estaban previstos (porque el costo del gasoil y fuel oil no es trasladado a la demanda), el Ejecutivo quiere evitar llegar a esa segunda fase que agravaría la crisis.

Fuente: EconoJournal