El Gobierno bonaerense resolvió ayer el traslado a cuadros tarifarios locales del aumento en el precio mayorista de la energía y la quita de subsidios definidos por la Secretaría de Energía de la Nación.
En un comunicado, el Ministerio de Infraestructura provincial, indicó que: “El aumento de la energía afecta a los usuarios residenciales de grandes ingresos y a los de ingresos medios que consuman más de 400 kilovatios hora (kwh) al mes, en un 118 por ciento”.
“En el caso extremo de los pequeños comercios -que son aquellos que consuman menos de 800 kwh mes-, la suba alcanza un 413 por ciento. También hay un aumento para los organismos públicos de las carteras de Educación y Salud, que sufrirán una suba del 186 por ciento”, precisó Infraestructura.
Asimismo, destacó que “el incremento definido se verá reflejado en los consumos de febrero de los usuarios bonaerenses, ya que se traslada a los cuadros tarifarios provinciales”.
“A partir de la quita de subsidios, el aumento del costo mayorista de la energía y el incremento de VAD, la suba promedio en las facturas de electricidad será de un 180 por ciento. Un usuario residencial de altos ingresos (N1) que consume 150 kwh mes pasa de pagar en promedio 8.600 pesos por mes a pagar 24.000 pesos”, detalló Infraestructura.
Un usuario (N1) pasa de pagar en promedio $8.600 por mes a abonar $24 mil
Y agregó que “en el caso de los usuarios N2 de bajos ingresos, si pagó 3.500 pesos por mes consumiendo 150 kwh en enero, en marzo pagaría 10.500 pesos”, y remarcó que “estos incrementos son similares a los que ya fueron aplicados recientemente a las facturas de los bonaerenses que viven en el AMBA, áreas de concesión de Edenor y Edesur, ambas distribuidoras bajo jurisdicción nacional”.
En el comunicado también hizo alusión a la situación del sector eléctrico y en ese sentido recordó que “en el marco de la pandemia y la crisis posterior, las tarifas se mantuvieron muy por debajo del aumento de costos”.
“Las distribuidoras provinciales y cooperativas para poder sostener la prestación tuvieron el acompañamiento del estado provincial -a través de subsidios- y de la anterior gestión del gobierno nacional, que otorgó créditos, planes de pago y facilidades para afrontar la situación de deuda creciente en el pago de la energía, ya que el pago parcial de las facturas a Cammesa les permitió solventar gran parte de sus costos”, remarcó la cartera provincial.
En cambio subrayó que “el escenario actual por parte de las distribuidoras y cooperativas es de un alto nivel de endeudamiento”.
El texto a su vez indicó que “si bien es un sector altamente heterogéneo, se observa que en muchos casos no alcanzarían a pagar los sueldos si abonaran el 100 por ciento de la energía que compran”.
“En este contexto, el gobierno nacional ha intimado a las prestadoras a ponerse al día con esa deuda. Por este motivo, además del incremento del costo de la energía, próximamente se sumará un aumento de uno de los componentes de la tarifa: el Valor Agregado de Distribución que se utilizará para sanear la deuda con Cammesa y lograr garantizar la operación del servicio. Sumados ambos, la tarifa sufrirá un incremento promedio del 180 por ciento”, advirtió el Ministerio.
ALARMA EN LOS COMERCIOS
Como publicó este diario, en los comercios de la Región hay una fuerte preocupación por el aumento de la tarifa de electricidad, ya que podría ser entre 290 por ciento y 390 por ciento más caro, según el tamaño del establecimiento y su nivel de consumo. Ante esto, los almaceneros y kiosqueros de La Plata y alrededores están en alerta, ya que el impacto de la suba del servicio eléctrico aumentará sus costos y lo tendrían que trasladar a los precios.
Cristian Loureiro, miembro de la Unión Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), explicó: “Las tarifas de energía eléctrica estaban bastante bajas por los atrasos de la gestión anterior, y este sinceramiento parcial de precio nos va a ‘comer’ entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de nuestras ganancias. Para esto, hay que tener en cuenta el consumo de las heladeras, que es el más significativo en los kioscos”.
En tanto, Ernesto Acuña, vicepresidente de UKRA, comentó: “la situación es preocupante por los aumentos y los costos, lo que se traduce en que bajan las ventas. Lo peor de todo es que no sentimos que esta situación vaya a parar. La veníamos peleando. Ni hablar los que alquilan que sufrieron otros fuertes aumentos. Sin embargo, hay quienes atienden ‘kioscos ventana’ que no pagan la locación y pueden aguantar. Estos aumentos impactarán en los precios, por eso la gente se pasa a segundas marcas”.
Fuente: El Día