El fuerte aumento de los combustibles de diciembre provocó una caída de ventas notable de la mayoría de las refinadoras, a excepción de YPF donde los clientes más preocupados por el precio se terminaron refugiando.
De acuerdo a un reciente informe de la consultora Economía & Energía, los datos del último mes del 2023 marcan una suba interanual de las ventas de YPF del 9,1%, mientras Shell tuvo una baja del 7,9%, Axion del 11,2%, Puma del 9,6% y el resto del 24,6%.
Lo curioso es que al medir la totalidad del mercado la demanda se mantuvo constante. Ni creció, ni bajó respecto a diciembre del 2022 y subió un 2% contra el mes previo.
Por el lado del gasoil, la demanda se comportó del mismo modo, aunque con menor intensidad. En este caso, las ventas de YPF crecieron un 1,6% contra diciembre del 2022, las de Shell cayeron un 10,3%, las de Axion un 19,3%, las de Puma un 20,4% y el resto un 9,6%. Acá sí, la demanda total mostró una contracción del 5,7%.
De esta manera, YPF ganó casi cinco puntos porcentuales en el market share de combustibles al pasar de representar el 55,3% en diciembre del 2022 al 59,9%. Por su lado, Shell perdió 1,1 puntos (17,5%), Axion 1,9 puntos (13,1%) y Puma 0,9 puntos (5,3%).
La búsqueda por el mejor precio en este escenario de crisis económica, aumentos de precios y bajos sueldos también marcó un golpe directo a los combustibles premium. La venta de la nafta grado 3 bajó un 7% interanual y los clientes terminaron desplazándose a la nafta super que creció un 3%.
Shock
De todos modos, especialistas de la industria sostienen que se trata de un movimiento de shock inicial que luego terminará disipándose y volviendo a una situación de normalidad. Tanto en el market share de cada marca como en la proporción de ventas de naftas premium y super, con alguna pequeña diferencia.
Fuentes de YPF reconocen esto y aseguran que, si bien la demanda tampoco cayó en enero, probablemente lo haga en los próximos meses y se sume a la sintonía del resto de las firmas.
Por lo pronto, el Gobierno decidió concentrar las subas mensuales del combustible en la parte impositiva y relegar el sendero de actualización del barril hacia export parity para más adelante.
Ya en el último ajuste del 1 de febrero, desde YPF indicaron que para la petrolera terminó representando una baja de precios netos en dólares del 2% por no acompañar el incremento de costos por el alza de los biocombustibles y el ritmo de devaluación mensual.
Fuente: Más Energía