27/10/23

Edesur triplica ganancias y desinvierte a la espera de su salida del mercado

La distribuidora registró en los primeros nueve meses del año una ganancia de $38.460 millones, con un incremento de 222% interanual.



Sin cumplir con las obligaciones del contrato de concesión y luego de registrar cortes de electricidad masivos por falta de inversión, la distribuidora Edesur registró en los primeros nueve meses del año una ganancia de 38.460 millones de pesos, con un incremento de 222 por ciento respecto de igual período del año pasado. En el informe enviado a las autoridades bursátiles, la mejora se desprende de beneficios otorgados sobre el impuesto a las Ganancias, mayor cantidad de clientes y recuperación de tarifas derivadas de la quita de subsidios.

En contraposición, la inversión creció en el acumulado de los primeros nueve meses del año un 16 por ciento nominal, frente a una inflación del 103,2 por ciento en igual período de comparación. En el balance, la compañía informa una caída real (descontado el índice de precios) de las inversiones del 10 por ciento, pasando de 47.093 millones de pesos el año pasado a 42.199 millones este año en moneda reexpresada descontando el índice de precios al consumidor.

La empresa enfrenta un futuro incierto, entre los problemas financieros que atraviesa y las versiones de posibles compradores de la empresa propiedad del grupo italiano Enel y sus bajos niveles de inversión, sumado a las multas que recibe por su pésimo desempeño alejan la posibilidad de avanzar en la venta de la firma. En el listado de interesados en la compañía se destacan el Grupo Werthein, dueños de todos los activos de Direct TV en América latina; Alejandro Macfarlane, titular de Disvol, la sociedad que controla Camuzzi, Electromecánica (EMA); grupo de empresarios vinculados al sector energético cuyo principal emergente es Osvaldo Sortino; el Banco Piano y el Grupo Olmos, dueño de multimedios.

Por las dudas, la firma dibuja sus balances en búsqueda de comprador y mantiene una inversión real (descontada la inflación) en términos negativos. Durante el primer semestre del año, la compañía había informado que una ganancia neta de 26.883 millones de pesos frente a los 7.756 millones de igual período del 2022. Sin embargo, esta ganancia es producto de un asiento contable debido a menores costos financieros --por quita de subsidios-- y al impacto que tuvo la inflación en sus operaciones durante estos primeros seis meses que, hasta junio, acumulaba un salto de 50 por ciento.

En el informe del tercer trimestre, finalizado el 30 de septiembre, Edesur informó que los ingresos registrados durante los primeros nueve meses del año alcanzaron los 264.760 millones de pesos, producto del efecto pleno de los incrementos del costo propio de distribución que se aplicaron a partir de abril (107.8 por ciento) y de junio (74 por ciento). Estos incrementos fueron resultado de aplicar una suba en las tarifas por quita de subsidios a los usuarios residenciales, especialmente nivel 1 (de mayor capacidad contributiva), de todas las categorías tarifarias.

También mejoraron sus ingresos por el efecto de las mayores ventas de energía en términos físicos, que registraron un incremento del 2,2 por ciento en comparación con las del mismo período de 2022. Sin embargo, el resultado operativo ajustado (EBIT) arroja una pérdida de 22.221 millones de pesos en nueve meses, producto de descontar mayores depreciaciones y amortizaciones. Cabe recordar que el informe de la auditoría sobre Edesur, luego de los cortes que se registraron durante el verano, la distribuidora opera actualmente con sobrecarga de sus instalaciones y con un equipamiento con antigüedad superior a los 60 años.

En el resultado, como ya viene sucediendo en los últimos balances presentados por las firmas cotizantes, el resultado toma en cuenta la "pérdida por diferencia de cambio generada por el impacto de una mayor depreciación del peso sobre la posición pasiva en moneda extranjera" de la compañía. "Las cifras correspondientes al período anterior han sido reexpresadas para considerar los cambios en el poder adquisitivo del peso", detalla la presentación de Edesur.

Pese a resaltarlo en el título de la presentación, el aumento neto de su deuda empeoró con respecto a la de diciembre del año pasado, debido al incremento de la deuda financiera y "a los menores saldos de inversiones corrientes". La mejora deriva también "de los acuerdos de regularización de deuda celebrados con la compañía, y al reconocimiento de un beneficio por impuesto a las Ganancias, mientras que, durante el mismo período de 2022, se había reconocido un cargo por este concepto".

Los principales motivos de la mejora en sus resultados operativos fueron el aumento del 4,6 por ciento demanda de energía eléctrica en el área de concesión de Edesur, acumulada hasta el tercer trimestre del año con respecto a igual período del año 2022. También creció, un 7 por ciento en este caso, el consumo residencial, mientras que las demandas intermedias y grandes (vinculadas a los sectores comercial e industrial) tuvieron crecimientos del 2 y 3 por ciento interanual.

"El incremento de demanda radica, principalmente, en el segmento residencial, impactado por temperaturas superiores a la media histórica", señala la empresa que no logró sostener esa mayor demanda e incurrió en eternos cortes de luz este verano. En los primeros nueve meses del año se incorporaron 150.000 nuevos clientes, debido principalmente al crecimiento de los clientes residenciales, bajó el área concesionada por la cuestionada empresa.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) acumula desde septiembre del año pasado más de 6408 millones de pesos en sanciones a la distribuidora Edesur, que pertenece al grupo italiano ENEL. En los hechos, desde la llegada del actual interventor del ente, Walter Martello, cercano políticamente al ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, las sanciones a las distribuidoras eléctricas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) trepan en total a 7894 millones de pesos, ya que para Edenor suman 1.485.431.073 pesos.

El informe del organismo de regulación señala que las subestaciones de alta y media tensión y los distintos equipamientos (por ejemplo, transformadores) de la distribuidora trabajan con una carga superior al 70 por ciento, un porcentaje superior al que se recomienda y que debería accionar un plan para invertir en reemplazos o mejoramiento de las instalaciones. Pero el texto aclara que -incluso- muchos equipos trabajan con una carga por encima del 80 por ciento.

Los cables operan con una carga mayor a la recomendada y las instalaciones críticas de la distribuidora cuentan con un importante nivel de obsolescencia. Uno de los datos más llamativos de la auditoría es que el 60 por ciento del equipamiento de alta tensión de Edesur es anterior a 1980, incluso con algunos equipos originales instalados en las décadas de 1950 y 1960.

“El desempeño de la distribuidora en el verano 2022-23, volvió a exponer el atraso estructural por la falta de inversiones y de rediseño de las instalaciones. Este problema es de tal magnitud que no es reversible en el corto ni mediano plazo dado que, ni la empresa, ni el mercado cuentan con la capacidad técnica para cumplirlo en un breve período de tiempo”, aclara el ENRE.

Esta semana el organismo resolvió que la distribuidora eléctrica Edesur deberá pagar 282 millones de pesos por errores en la facturación del servicio. La empresa tiene que resarcir a 6283 usuarios que recurrieron al ENRE. "Los reclamos son fundamentales para poder aplicar estas compensaciones”, aclaró el Interventor de autoridad reguladora que, en lo que va del año hizo lugar de forma total o parcial a 7 de cada reclamos de los usuarios de las dos distribuidoras metropolitanas (junto con Edenor).

Fuente: El Destape