El cepo a los precios de los combustibles está provocando graves perjuicios a toda la cadena de los hidrocarburos, especialmente a su eslabón más débil que son las Estaciones de Servicio.
La medida implementada por el gobierno, que comenzó en mayo 2021 y se mantuvo hasta enero 2022, y que en diciembre 2022 tuvo una reversión al Programa Precios Justos -impidiendo actualizaciones en los surtidores hasta fin de noviembre-, llevará a que la mitad de las estaciones de todo el país no alcance el punto de equilibrio hoy ubicado en 330.000 litros por mes.
Para salir de esta situación, distintas voces proponen la creación de un fondo compensador. Se trata de un mecanismo que opera sobre el precio mundial del petróleo: cuando aumenta se fija un valor de venta en el mercado interno que será menor al de la cotización internacional del barril, mientras que si baja, las petroleras locales seguirán cobrando un precio más alto para recuperar la renta que dejaron de percibir cuando la operatoria les era desfavorable.
En diálogo con surtidores.com.ar, el exsecretario de Hidrocarburos de la Nación José Luis Sureda, sugiere que el fondo de estabilidad se complemente además con un control del abuso de poder de mercado y con el Estado vigilando. “Deben eliminarse los impuestos distorsivos como Ingresos Brutos, las provincias deberán poner lo suyo”, opina.
El exfuncionario afirma que este atraso en los precios y en los gravámenes “ya es enorme”. Sin embargo considera que la actualización es imprescindible pero no será ni política ni económicamente viable “de un plumazo”. “Será necesario lograr un consenso en toda la cadena de valor”, expresa.
Respecto a los impuestos que gravan al combustible cuya actualización está atrasada dos años, Sureda juzga que “no tiene una solución razonable”. “El estado debe abstenerse de cobrarlos, y debe decirlo claramente”, manifiesta.
Otro de los temas sobre los que intervino el especialista está referido a la situación de YPF. En este contexto, sostuvo que “YPF es una empresa de excelencia en lo técnico, pero con un comando politizado. Esto último es lo que está mal y habrá que corregirlo muy rápidamente”.
Asimismo planteó que el 30 por ciento de la superficie de Vaca Muerta que está en manos de YPF “es una enormidad”, que excede sus posibilidades de desarrollo. “Con un manejo profesional, YPF conseguirá más socios y, en lugar de vender la compañía, se fortalecerá mediante asociaciones que traigan inversiones y compartan riesgos”, concluyó Sureda.129
Fuente: Surtidores