23/03/23

A menos de dos semanas de su restablecimiento, descarriló otra vez el tren a Bahía Blanca

Una formación que cumplía el servicio entre Buenos Aires y Bahía Blanca descarriló antes de la medianoche del martes en cercanías de Olavarría. Se trata del segundo descarrilamiento en el mismo sector, que se encuentra bajo concesión de FEPSA, en poco más de un año. El hecho, además, ocurre a una semana y media del restablecimiento del servicio, que estuvo interrumpido cinco meses por trabajos de infraestructura en otro tramo.



Una formación que cumplía el servicio Plaza Constitución – Bahía Blanca Sud descarriló este martes por la noche en cercanías de Olavarría.

El hecho ocurrió a una semana y media del restablecimiento del servicio, que volvió a circular el pasado 10 de marzo tras cinco meses de suspensión.

Según informó Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE), el incidente se produjo a las 23:48 cuando -por causas que aún se desconocen y están bajo investigación- la locomotora a cargo de la formación, un coche furgón y dos coches Pullman descarrilaron.

El hecho se habría producido a baja velocidad. De acuerdo con la empresa, no se registraron pasajeros heridos y los daños materiales fueron más bien menores. Los usuarios “fueron asistidos y permanecieron en la formación por seguridad hasta ser evacuados”.

El hecho ocurrió en el tramo de vías que se encuentra concesionado a Ferroexpreso Pampeano (FEPSA), cuyo contrato está vencido y fue prorrogado por tercera vez por un plazo de 18 meses en diciembre pasado.

No es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo en el área de concesión de FEPSA: el 8 de marzo del año pasado se produjo un aparatoso descarrilamiento -también en cercanías de Olavarría- que obligó a suspender los servicios de pasajeros del ramal por un mes y medio. En aquel entonces, la carguera se había desentendido del incidente, alegando que la infraestructura se encontraba en buen estado.

Cabe señalar que en el último año, el tren Buenos Aires – Bahía Blanca sufrió dos descarrilamientos (el del 8 de marzo del año pasado y el de anoche) y dos períodos de suspensiones prolongadas.

El descarrilamiento de marzo del año pasado obligó a interrumpir el servicio durante un mes y medio, entre el 8 de marzo y el 22 de abril, a raíz del incidente y de la posterior prohibición judicial de reanudar las prestaciones. En tanto, desde el 9 de octubre y el 10 de marzo estuvo interrumpido por trabajos de reparaciones en el puente sobre el Río Salado, en el área de concesión de Ferrosur Roca.

Este problemático historial llevó a que las prestaciones del servicio se degradaran notablemente: el tiempo de viaje entre cabeceras se incrementó en más de seis horas debido a reducciones de velocidad, pasando de tardar casi 13 horas, un tiempo de viaje competitivo frente al ómnibus, a demorar más de 19. Al mismo tiempo, se redujo la oferta de servicios de tres trenes por semana a sólo dos por semana.

De esta manera, se profundizó la reducción de la oferta ferroviaria entre Buenos Aires y Bahía Blanca, que en tiempos de la extinta Ferrobaires contaba con servicios ferroviarios cinco días por semana: tres vía Lamadrid y dos vía Pringles. Las dos frecuencias de la vía Pringles –que atendían a localidades turísticas como Sierra de la Ventana– desaparecieron a mediados de 2016 con el fin de las operaciones de la empresa provincial y nunca volvieron a funcionar. Desde allí, el corredor quedó únicamente con los servicios vía Lamadrid, que operaron con frecuencia semanal desde ese entonces hasta mediados de 2017, trisemanal desde allí hasta el descarrilamiento de marzo de 2022 –con una pausa en 2020 por la pandemia– y bisemanal desde abril de este año hasta la interrupción de octubre, y desde su reanudación este mes hasta ahora.

Fuente: enelSubte