25/01/23

Las distribuidoras piden un aumento de $ 1.500 en las boletas de luz

Lo solicitaron Edenor y Edesur como aumento de emergencia. En una audiencia virtual hablaron de fuertes pérdidas. Duras críticas de Walter Martello el titular del ente regulador.



Edenor y Edesur pidieron un aumento de emergencia en las boletas de luz. Ambas acusaron al “poder concedente” (el Estado nacional) de no cumplir con el marco regulatorio que rige la prestación del servicio eléctrico en Buenos Aires. Sus directivos plantearon que vienen perdiendo plata y necesitan un incremento inmediato en las boletas de entre $ 1.000 y $ 1.500 mensuales para no seguir teniendo rojo en 2023. Fue en una audiencia pública “virtual” realizada el lunes.

Walter Martello, interventor del ente regulador (Enre) comenzó la audiencia con los tapones de punta. Hace 12 días, el CEO de la dueña de Edesur dijo que la empresa se iba de la Argentina porque “el país tiene la regulación más bizarra del mundo”, tal como contó Clarín en exclusiva. El funcionario aprovechó para contestarle en términos muy duros. Y, a la vez, pareció postergar la definición sobre las tarifas para el último trimestre de 2023, es decir después de las elecciones presidenciales.

“Creemos que lo verdaderamente bizarro, en el sentido de ‘raro y extravagante’ según define la Real Academia Española, es pretender tarifas del primer mundo ofreciendo una calidad de servicio del tercer mundo", fustigó Martello. Francesco Starace, CEO de Enel, expresó en Harvard que Edesur “a futuro va a funcionar con inversores locales”.

“No pueden gestionar un negocio en un mercado no competitivo y con usuarios cautivos", cruzó Martello, en un ataque a Edesur. “Las distribuidoras no van a obtener la tarifa que piden, sino aquella que los usuarios pueden pagar en el actual contexto económico y social", anticipó. "Evaluamos la posibilidad de realizar una nueva audiencia pública de adecuación tarifaria en el cuarto trimestre de este año”, agregó.

Un tercio de los hogares viene teniendo aumentos en las boletas de luz desde octubre. Pero ese incremento no queda en manos de las distribuidoras. Esa suba es para que el Estado nacional subsidie menos el costo de la electricidad. Forma parte del proceso de segmentación.

La secretaría de Energía decidió removerle subvenciones a los denominados sectores de altos ingresos, que ganan más de $ 400.000 mensuales o quieren tener acceso al “dólar ahorro”. Esos clientes pagarán el costo eléctrico sin descuento desde febrero. Hasta ahora, tuvieron quitas de subsidios parciales.

Pero Edenor y Edesur no tuvieron aumentos en ese proceso de segmentación. Le cobran más a sus clientes, pero el dinero va a Cammesa, o a las generadoras, argumentan. Por eso, están reclamando que les permitan aumentos al ritmo de la inflación para este año. Edesur planteó que la mitad de sus clientes paga $ 1.800 mensuales. Y que, sin incrementos por su servicio, perdería casi $ 120.000 millones durante este año. En 2020 y 2021 también anotó rojos similares.

Federico Méndez, de Edenor, si se animó a blanquear cómo se trasladaría el aumento pedido a las boletas. Según sus números, con la recomposición que piden, el 80% de los usuarios residenciales pagaría casi $ 2.800 mensuales. En caso que no obtengan ese incremento, Edenor perdería más de $ 200.000 millones.

El Poder Legislativo votó en el presupuesto 2023 que ambas empresas iban a tener una regularización en sus tarifas durante este año- También allí se destacó que las distribuidoras podían renegociar sus deudas con la administradora mayorista Cammesa, a la que le debían por facturas impagas de 2020 y 2021. En esa decisión, a Edesur le perdonaron acreencias por $ 19.000 millones y a Edenor, por $ 24.000 millones de capital. Además, también se les permitió no pagar otra millonada por intereses.

“Lo que se discute en esta audiencia es que variación de costos por inflación se le reconoce a Edesur”, manifestó Jorge Lemos, de esa distribuidora. Aunque su presentación estaba escrita antes de escuchar las críticas de Martello, el ejecutivo mostró unas definiciones de la secretaría de Energía en relación a las distribuidoras.

“La falta de actualización periódica del valor agregado de distribución (VAD) -el servicio que prestan las empresas- afecta negativamente la gestión de las distribuidoras y la calidad”, detalló Energía en un documento donde analizó el estado del sector en 2022.

Edesur mostró que las tarifas de luz de las distribuidoras de Buenos Aires son las más bajas del país. En Mendoza, la empresa que brinda el mismo servicio cobra casi dos veces y medio por arriba. El promedio de las tarifas en Argentina es de US$ 120 por MWh (una medida del sector), pero en Buenos Aires se remunera con US$ 70 a ese servicio.

Las distribuidoras se quedan con un 17% de lo que cobran en las boletas a los clientes. Más de la mitad va a las generadoras, y el 25% son impuestos. Eso sucede en Buenos Aires. En el interior -en especial en Córdoba, Santa Fe y Tucumán, por ejemplo-, las distribuidoras se quedan con una mayor tajada de las boletas.

Fuente: Clarín