13/09/22

Una terminal del Puerto de Buenos Aires se convirtió en un "tetris": demoras y sobrecostos

Luego de 15 días de cancelaciones y reprogramaciones, entidades privadas exigen a las autoridades la "pronta regularización de las operaciones" en la terminal 4. Aseguran que el nivel de sobrecostos vuelve "antieconómicas" la actividad



Una serie de entidades privadas ligadas al comercio internacional, hicieron pública una situación que pone "al límite" las operaciones de importación y exportación en el principal puerto de contenedores del país y tienen previsto reunirse con la Aduana.

El Centro Despachantes de Aduana (CDA) junto a la Asociación Argentina de Agentes de Cargas Internacional (Aaaci) y la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA), advirtieron -entre otras- través de un comunicado que "los graves problemas que presenta la operatoria de la terminal de contenedores del Puerto de Buenos Aires operada por APM TERMINALS, en la terminal 4, está afectando la actividad de retiro y entrega de contenedores".

La nota que fue cursada a Guillermo Michel, director General de Aduanas; Alexis Guerrera, ministro de Transporte de la Nación; Leonardo Cabrera Domínguez, subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante Ministerio de Transporte y José Beni, titular del Puerto de Buenos Aires, entre otras autoridades, describe que "desde hace 15 días ha resultado prácticamente imposible para los operadores del comercio exterior la obtención de turnos para entregar y retirar cargas".

Esta situación que afecta a importadores, exportadores, transportistas, depósitos fiscales, agentes de cargas, despachantes de aduana y demás integrantes de la cadena logística internacional "se prolonga por un período de tiempo injustificable", señala.

"Hace que las operaciones y plazos aduaneros se venzan, los traslados y tránsitos no puedan cumplirse, los costos portuarios, demoras de contenedores y gastos conexos se eleven a niveles en los que las operaciones se tornan antieconómica", destaca.

Como agravante, el documento agrega que "dicha terminal no ofrece canales de comunicación sostenidos, en el que se pueda establecer un nivel lógico de contacto y seguimiento de las inquietudes y problemas que los operadores encuentran a diario".

Aunque las demoras y reprogramación son habituales, en este caso, alertan que "se ha llegado a una situación verdaderamente límite".

En diálogo con El Cronista, Macerlo Rávida, secretario del CDA, apuntó a la situación crítica que generó la pandemia en el comercio marítimo internacional, con fletes que ascendieron de forma desorbitante, y la cartelización que venía atravesando el sector que se acentuó en los últimos años con la concentración de los servicios en pocos jugadores globales.

Concentración del negocio

"La pandemia dejó afuera a muchos operadores, el mundo del transporte marítimo se ha reducido a un pequeño gran oligopolio donde las mismas empresas manejan los busques y las cargas", señaló Rávida y explicó que "la Argentina no es un puerto atractivo por varias razones", lo que representa una reducción en la oferta de servicios.

En ese sentido, el dirigente marcó que los pocos operadores, al diagramar sus hojas de ruta, buscan puertos de mayor capacidad de negocio y relegan a la Argentina, con "servicios mínimos".

"Los buques que andan por el mundo no llegan con rutas establecidas, como sucedía antes de la pandemia, sino cuando la demanda lo amerita", planteó el especialista y agregó que así como pueden llegar 5 buques en una semana, a la siguiente no arriba ninguno.

Desde el CDA repasaron las dificultades que enfrenta el Puerto Buenos Aires, el de mayor importancia en operación de contenedores, ya que de 4 terminales, una está fuera de actividad por problemas de concesión; la 1y 2 tienen una pequeña porción del transporte marítimo, mientras que APM Terminal (terminal 4) ha pasado a manos de Maersk, uno de los principales operadores globales.

"La terminal 4 es una de las más pequeñas en cuanto a capacidad y movimiento, por eso, desde hace mucho tiempo se generan cuellos de botella", aclaró Rávida.

La situación escaló hace 20 días cuando, según informó la empresa, la compañía Maersk descargó entre 7 y 8 buques con contenedores vacíos que hicieron colapsar el nivel de actividad. "Lo que se generó es una sobre dimensión de contenedores, por eso, se están formando inmensas demoras, vencimientos de plazos, caída de contratos que se traducen en sobrecostos que hacen antieconómica la actividad", añadió.

Por último, desde el CDA confirmaron que aún esperan por turnos para desconsolidar carga buques que ingresaron al puerto entre el 17 y el 20 de agosto. Además del costo de la demora del contenedor, que representa entre 200 y 400 dólares por día, se suma el plus que deben abonar por verse obligados a operar en horarios no hábiles.

La nota fue suscripta, además, por la Cámara Depósitos Fiscales Privados (CADEFIP), la Cámara de Comercio, Industria y Producción de la República Argentina (CACIPRA ), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y el Centro de Agentes de Transporte Aduanero de la República Argentina (CATARA).

Además, se sumó la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), la Federación de Cámaras de Comercio Exterior de la República Argentina (FECACERA), la Primera Asociación de Empresarios de Transporte Automotor de Cargas (PAETAC), la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA).

Fuente: El Cronista