21/02/22

Por qué los argentinos deberán pagar más caros los pasajes aéreos

La concentración del mercado aéreo de cabotaje en manos de Aerolíneas Argentinas, controlada por La Cámpora, es la estrategia elegida por el kirchnerismo. Se busca reducir la competencia que generan las low cost. Esto provocará un aumento de los pasajes y mayores ingresos para la línea de bandera.



Después de la política de apertura aérea que dispuso el gobierno anterior, el regreso del kirchnerismo al poder significó un giro en la estrategia de mayor competencia. La posición ideológica de la actual gestión, sumada a la presión del gremio de los pilotos, planteó un nuevo esquema que apunta a la concentración de la actividad de cabotaje en manos de Aerolíneas Argentinas.

Alberto Fernández, por entonces candidato a presidente de la Nación, había prometido en campaña que “todos los cielos” serían para la empresa estatal. Un viejo anhelo del líder gremial Pablo Biró.

Con la política llevada adelante por la presidencia de Mauricio Macri, se aumentó la conectividad aérea en el país, se empezó a volar a destinos que antes no tenían servicios, se abarataron los precios de los pasajes y más de un millones de argentinos volaron por primera vez.

Con el correr de los primeros meses del regreso del Frente de Todos al poder, la primera víctima importante fue la compañía LATAM que decidió abandonar el mercado interno, pese a ser la segunda operadora del mercado interno.

Esta aerolínea ya había sufrido una serie de medidas restrictivas durante la administración anterior kirchnerista, en un intento por limitar la competencia que le generaba a la línea de bandera, por lo que la llegada de la pandemia fue determinante para esa decisión.

También quedó en el camino Norwegian, que había llegado durante la administración de Cambiemos. Sólo quedaron dos jugadores de importancia como representantes de las low cost: Flybondi y JetSMART.

En un paso más para favorecer a Aerolíneas Argentinas, ahora bajo un nuevo control de la agrupación La Cámpora, en diciembre pasado, el Gobierno Nacional firmó un decreto 879/2021 que establece nuevas regulaciones de los servicios aéreos.

Uno de los puntos centrales es el establecimiento de bandas mínimas que es una forma de controlar los precios de los pasajes.

Según una carta enviada al Gobierno Nacional por Flybondi, una de las empresas afectadas, “las bandas tarifarias tienden a eliminar los beneficios de la libre competencia y acrecientan artificialmente los precios de los pasajes hasta igualarlos entre los distintos operadores en perjuicio de los usuarios”.

En la práctica, hará que sea más caro poder volar y reducirá la competencia en detrimento de los usuarios, ya que se limitará la posibilidad de realizar ofertas.

Según el informe enviado por esta aerolínea low cost al ministro de Transporte, Alexis Guerrero, entre 2016 y 2018, con un salario mínimo se podían adquirir 4 tickets en el mercado de cabotaje (con tarifas que oscilaban entre USD 122 y USD 142). En el año 2018, con el ingreso al mercado de Flybondi, se eliminaron las bandas tarifarias y la tarifa se redujo un 30% aproximadamente, permitiendo que con un salario mínimo el consumidor pudiera seguir comprando 4 tickets, en los años 2018 y 2019. Esto se logró sin recibir el impacto del incremento en el valor del dólar, a partir de abril del 2018, dado que la reducción de tarifas acompañó la pérdida de poder adquisitivo sufrido por el consumidor.

En el último semestre de 2021, la falta de capacidad (oferta) generó el incremento de tarifas, lo cual tuvo como consecuencia que se puedan comprar 3 o 2 tickets con un salario mínimo. Un dato a tener en cuenta es que el dólar en 2021 supera los $ 100 mientras que en 2018 cerró a $37. Al avanzar con esta política, la tendencia de incremento de los pasajes irá en aumento.

Esto se produce en un contexto local en el que no hay exceso de oferta. Al contrario. La capacidad ofrecida está por debajo de los indicadores previos a la pandemia. En 2019, se transportaron 16 millones de pasajeros y se estima que para 2022 viajen 11,2 millones de personas, el 70% del volumen de tres años atrás.

Es decir, hay posibilidad de crecimiento si se apuesta a una política de abaratamiento de los pasajes para que se sume más gente. El problema es que Aerolíneas Argentina tiene parte de su flota inactiva por diferentes motivos, por lo que no puede incrementar la oferta de servicios. El crecimiento, en este contexto, tendría que producirse por las compañías competidoras y eso significaría una pérdida de participación del mercado de la línea de bandera.

Desde La Cámpora, que conduce Máximo Kirchner, la estrategia a seguir ante la imposibilidad de contar con más aviones es mantener una oferta restringida que asegure suba de precios de los pasajes y, por consiguiente, se garantice mayores ingresos. A esto se suman otras regulaciones que impone el decreto -como la de los servicios de rampa- que afecta a las compañías que compiten con Aerolíneas Argentinas. Sin posibilidad de ofrecer mejores precios y con limitaciones operativas, se busca que no les sea atractivo operar en el mercado local.

Fuente: Mdz