03/09/21

La petrolera YPF se enfoca en el negocio del litio y comenzará a producir celdas y baterías en 2022

Será la primera planta de este tipo en la región. Es una decisión estratégica de la compañía para diversificar su negocio en el marco de la transición energética



La petrolera YPF está cada vez más enfocada en la investigación y el desarrollo de nuevas fuentes de energía. A través de la empresa Y-Tec, su brazo tecnológico asociado con el Conicet, a mediados del año que viene comenzará la producción local de celdas y baterías de litio, con una planta que será la primera en América Latina con producción en serie. La fecha estimada para la producción de las primeras baterías en mayo de 2022.

El inicio será con una escala de producción pequeña para la que destinará una inversión de USD 2,5 millones en capital (USD 1 millón de fondos propios de YPF y el resto a través de un subsidio del Ministerio de Ciencia y Tecnología), a la que se sumarán otros USD 200.000 para la obra civil de la planta que serán aportados por la Universidad de La Plata. El desarrollo será conjunto con varias instituciones, como el Ministerio de Defensa, el Conicet y el CIC de la provincia de Buenos Aires.

“Para la empresa este proyecto es absolutamente trascendente. Estamos conviviendo con la transición energética e YPF siempre hace vanguardia en energía. Es una estrategia para la diversificación y la compañía tendrá un rol central en la explotación y el desarrollo del negocio del litio”, explicó Hernán Letcher, asesor de la presidencia de YPF y uno de los encargados del proyecto, en un encuentro con periodistas en el moderno predio de Y-Tec en la ciudad de La Plata.

Para este proyecto, YPF creó la empresa YPF Litio Sociedad Anónima, que estará exclusivamente orientada al negocio del litio y donde también tienen participación las provincias productoras como Catamarca, Salta y Jujuy. Con esta empresa, buscan abarcar todo el negocio del litio: explotación de los yacimientos (esto puede ser a través de terceros o asociada a terceros); transporte, almacenaje, industrialización y comercialización.

La empresa ya está desarrollando las celdas (el corazón de las baterías de litio) en uno de sus laboratorios en la sede de Y-Tec y ahora dará el paso para la escala industrial. En principio, la planta tendrá una capacidad productiva baja comparada con las grandes gigafactory asiáticas o de Estados Unidos, pero permitirá desagregar el paquete tecnológico que implica la industrialización nacional de litio con tecnología autónoma y proveer baterías nacionales a instalaciones de energías renovables en el país.

A medida que cuenten con más demanda y crezcan en escala, las baterías también podrían orientarse a las empresas de electromovilidad (bicicletas o motos eléctricas). “Vamos a pasar del prototipo de laboratorio a la escala industrial. Comenzamos hace cuatro años a ensayar con los materiales activos de las baterías, que están compuestas por celdas interconectadas. Hasta ahora en la Argentina se producían baterías, pero no las celdas”, indicó Eduardo Dvorkin, presidente de Y-Tec.

El directivo anticipó que la producción estimada de la futura planta alcanzará las 300 celdas por día con un turno de ocho horas, lo que representa unos 5 MWh (megavatio/hora) por año. Esto, por ejemplo, permite equipar unos 16 a 17 colectivos por año. Si la planta opera con tres turnos puede llegar a los 13 MWh por año y una producción de 780 celdas por día. Las primeras baterías se destinarán al Ministerio de Defensa, que utiliza energías renovables en varios batallones, y a la provincia de Buenos Aires, que las destinará a sus escuelas rurales.

Para el posterior paso de ensamblar las baterías, la empresa ya está en conversaciones con varias pymes de la zona de La Plata que podrían ser parte del proceso de producción. Los responsables del proyecto estiman que el precio de las baterías será un poco más barato que el precio final de las baterías importadas; y que irán mejorando a medida que escale la producción local. “La Argentina produce carbonato de litio que se exporta a Oriente donde a través de un proceso químico se obtiene LFP (litio-ferrofosfato), o el electrolito que luego se usa para la producción de las celdas. El litio argentino hoy se industrializa en China. Queremos hacerlo con recursos propios. Es complejo pero podemos hacerlo. Nuestro objetivo es atravesar el umbral tecnológico”, señaló Dvorkin.

Los directivos de Y-Tec e YPF durante una presentación del proyecto del litio

Estiman que durante el primer año de producción se podrían alcanzar ingresos de USD 2,5 millones por la venta de baterías. Comenzarán con baterías LFP, que es el estándar de la industria. “Estamos en el principio de la era de la transición energética. De reemplazar combustibles fósiles por renovables. En YPF tenemos dos ejes, el litio y el hidrógeno. La reserva argentina de litio resulta altamente atractiva”, destacó Dvorkin. La Argentina junto a Bolivia y Chile, pertenecen al llamado Triángulo de Litio, con alrededor del 67% de las reservas probadas de litio mundial.

El litio es el metal de mayor capacidad de almacenamiento de energía por unidad de peso. A nivel global, se proyecta que su uso en baterías proyecta se multiplicará por cinco para el año 2030, sobre todo por el impulso de los vehículos eléctricos y almacenamiento de energías renovables.

Es una empresa abierta a toda la industria donde se trabaja en la energía del futuro y en hacerla más sostenible (Sacerdote)

Por el momento, la producción avanza en la planta piloto que la empresa tiene en el moderno predio de Y-Tec en la ciudad de La Plata. En uno de esos laboratorios, el carbonato de litio se transforma en el material activo capaz de almacenar la energía y luego pasa por una máquina similar a una impresora donde como si fuese una capa de pintura cubre unas láminas metálicas para convertirse luego en una celda. Para entender las dimensiones: los celulares cuentan con una celda, los autos eléctricos con 5.000 celdas y un colectivo eléctrico puede llevar más de 15.000.

Las celdas que se producen luego pasan a otro de los numerosos laboratorios del predio Y-Tec –un espacio con forma de anillo y dos plantas– donde se comprueba su capacidad de almacenar energía a través de pruebas de carga y descarga. “Y-Tec es una empresa del grupo YPF en asociación con el Conicet donde se trabaja en investigación y desarrollo de energía. Es una empresa abierta a toda la industria donde se trabaja en la energía del futuro y en hacerla más sostenible”, explicó Santiago Sacerdote, gerente general de Y-Tec.

En el predio, por ejemplo, hay un banco de motores para analizar los combustibles; un laboratorio para el análisis de coronas (muestras del subsuelo) para su potencial explotación, un proceso que antes se realizaba en el exterior; y además cuenta con los microscopios más potentes del país, con los que se lleva adelante el análisis de las rocas, un proceso clave para estimar la capacidad de producción d la industria del petróleo y el gas no convencional.

Fuente: Infobae