23/08/21

Las claves de la ley que apunta a las exportaciones

El proyecto establece estabilidad tributaria por 20 años, beneficios impositivos, libre disponibilidad de divisas sobre los saldos exportables y busca generar inversiones en todas las cuencas. Hay una fuerte apuesta a la industria nacional.



El proyecto de ley de promoción a las inversiones en la industria petrolera, que el Ejecutivo enviará en los próximos días al Congreso, establece un horizonte de estabilidad tributaria federal por los próximos 20 años y una serie de incentivos para incrementar los saldos exportables y concretar obras de infraestructura que acompañen el desarrollo del sector.

Fuentes del Ministerio de Economía señalaron que la “Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas” llegará a manos de los legisladores tras cosechar consensos tanto en el ámbito empresarial como político, y esperan que el tratamiento no tenga mayores demoras, pese a la disputa electoral. La sanción de la norma es clave para la definición de los planes de inversión de las petroleras en 2022.

“Hemos realizado mas de 30 reuniones con todos los actores involucrados y creemos que es un proyecto con el que a todos les va a ir mejor. En los objetivos se establece lo que la política energética del país necesita y hay bastante coincidencia en todo el arco político”, señalaron.

El proyecto tiene tres grandes objetivos: aumentar la producción para el autoabastecimiento; multiplicar las exportaciones de hidrocarburos para generar ingreso de divisas; y desarrollar el valor agregado regional y nacional en la industria petrolera.

Contiene un régimen general y otro para proyectos especiales, y las provincias deberán adherir a la norma para garantizar la estabilidad fiscal.

La Ley de Hidrocarburos sólo se verá modificada por la inclusión de un artículo que permite la creación de concesiones de almacenamiento de gas subterráneo.

Régimen General

En materia de petróleo, el proyecto incluye como principal incentivo la garantía de libre disponibilidad para exportar el 20% de la producción incremental sobre una “línea de base” de cada compañía, que se trazará en el mayor volumen producido en los años 2019-2020 o el periodo de mayo de 2020 a abril de 2021, de modo de evitar la especulación y las compañías desinviertan hasta que entre en vigencia la ley. Sobre ese saldo exportable, las petroleras tendrán disponibilidad sobre el 50% de las divisas generadas.

Si la producción crece un 30%, la petrolera podrá exportar un 30% de ese aumento. Entre el 30 y el 50% de incremento, la exportación garantizada es del 40%, y si la empresa aumenta más del 50% su producción, tendrá la libertad de vender al exterior el 50% de ese volumen incremental.

Además, se plantean incentivos adicionales, a mayor cobertura del mercado interno que tenga una compañía, mayor será porcentual de exportación y de acceso a la libre disponibilidad de divisas. “La idea es no castigar al que sostiene el mercado interno”, explicaron desde el gobierno.

A su vez, las productoras que inviertan en pozos inactivos o baja productividad podrán exportar un 2% más si las empresas que contratan son nacionales y 5% si sus contratistas son regionales.

El proyecto no modifica el régimen actual de libre negociación del precio del crudo entre las productoras y las refinadoras, pese a que en los últimos meses habían circulado borradores del proyecto que planteaban cambios en la fórmula para liquidar el barril en el mercado interno y desacoplarlo de los valores internacionales.

“Llegamos a la conclusión después de las reuniones que mantuvimos con todos los actores, que más allá de que no se ponían de acuerdo, que no hay un mejor esquema que el que tenemos ahora”, explicaron las fuentes de Economía.

En cuanto a la actividad en yacimientos gasíferos, se incluye en la ley el régimen del actual Plan Gas. Ar.

“Las provincias y municipios deberán adherir a la ley para asegurar la estabilidad fiscal y tener reglas claras en el mediano y largo plazo que generen, no sólo para las productoras la tranquilidad para sus procesos de inversión, sino también para todos los actores tener una herramienta que nos va a permitir aumentar la producción, siempre en el marco de la soberanía energética porque estamos hablando de que lo primero que hay que cumplir es con el autoabastecimiento. Entendemos que es una ley que nos va a permitir generar saldos exportables”, señalaron desde el gobierno nacional.

Y aclararon que los tratamientos diferenciales estables en materia tributaria, así como la libre disponibilidad de divisas son un piso. Si en futuro hay mejores condiciones, las petroleras podrán acceder a ellas.

Entre los beneficios para las inversiones se establecen la amortización acelerada de impuesto a las ganancias, la devolución de IVA y reducción de derechos de importación para los bienes que no se produzcan en el país, en el caso del régimen de proyectos especiales. Para las cuencas maduras se prevén menores requisitos a las inversiones y mayores beneficios e incentivos.

Para los proyectos de importancia estratégica para el país, se establece un “Régimen Especial de Promoción para Proyectos de Exploración, Producción, Industrialización, Almacenaje y/o Transporte de Hidrocarburos y Derivados”, con incentivos adicionales.

Combustibles: cambios impositivos

El proyecto de “Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas” no modificará el modo en que se comercializa el petróleo en el mercado interno, aunque sí cambiará la aplicación de la carga impositiva de los combustibles.

Con el esquema vigente, que se diseñó en el gobierno de Mauricio Macri, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) se actualiza cuatro veces por año en los meses de enero, abril, julio y octubre.

Pero en los hechos, el gobierno de Alberto Fernéndez viene postergando vía decreto la actualización para frenar los aumentos en los surtidores.

La nueva ley petrolera establece que la carga impositiva volverá a ser un porcentaje fijo del precio de las naftas y el gasoil.

“Están las alícuotas iniciales calculadas, simuladas, para reproducir la misma carga tributaria actual, con lo cual en el punto de partida no tendía ningún impacto en los precios y se elimina la presión inflacionaria porque hasta ahora se actualiza el monto de forma trimestral por el Índice de Precios al Consumidor (IPC)”, señalaron fuentes del Ministerio de Economía.

Nación busca que no haya aumentos, sobre todo en plena carrera electoral que definirá la correlación de fuerzas en el Congreso. Lo hace través de YPF, la mayor jugadora del mercado de los combustibles, que se comprometió a sostener los precios sin variaciones en lo que resta del año.

Fuente: Más Energía