30/08/21

Augusto Costa busca convertir el Astillero Río Santiago en una sociedad del Estado

El ministro de Producción de Kicillof quiere que se pueda fabricar para el país sin las trabas burocráticas que impone el formato jurídico actual.


Augusto Costa. Aglaplata

En el gobierno de Axel Kicillof trabajan para convertir el Astillero Río Santiago en una empresa productiva. La idea es que deje de ser un Ente Administrativo y que pase a ser una Sociedad del Estado.

En principio, la iniciativa pareciera tener consenso en un sector los trabajadores. Fue el ministro de Producción, Augusto Costa, quien dio luz verde a los dirigentes para que trabajen en los acuerdos internos y redacten un borrador que luego se convertirá en un proyecto de ley que deberá pasar por la compleja Legislatura bonaerense.

Se avanza en dos ejes: el primero es cambiar la figura de Ente Administrativo (en términos llanos: un ministerio) para convertir el Astillero en una ágil empresa del Estado. El objetivo es poder sortear todas las trabas en las compras de insumos, máquinas y herramientas que impone el sistema de compras del Estado bonaerense.

Por otro lado se busca una salida parcial de la Zona Franca. Desde el Astillero explican que ese encuadre impide que se pueda fabricar para el país. En rigor, para poder hacerlo debe someterse a un engorroso sistemas de excepción y nacionalización de la obra. Una serie de trámites que retrasan los tiempos de entrega.

Costa propone una salida parcial. Esto es aprovechar las ventajas impositivas y de compras de la Zona Franca para una industria tan particular como la naval, donde la mayoría de los insumos de los buques de gran porte no se fabrican en el país. Pero, al mismo tiempo, poder apartarse de ese régimen para que el Astillero pueda presentarse a licitaciones nacionales, no solo de obras navales sino del tipo metalmecánicas.

De este modo el Astillero seguiría siendo 100% estatal y tendría autonomía para manejarse como una empresa productiva del Estado y los trabajadores no perderían los beneficios contar con la obra social del Estado bonaerense (Ioma) y una jubilación a través de la petrolera con mayoría estatal YPF.

El presidente del Astillero, Pedro Wasiejko, es quien articula con los sindicatos y las corrientes políticas que atraviesan la fuerza laboral de la vieja fábrica de barcos. Wasiejko llegó hace pocos meses a los talleres de Ensenada luego que Ariel Basteiro dejara el cargo para ser embajador argentino en Bolivia.

No es una tarea fácil convencer a los trabajadores que convertir el Astillero en una empresa del Estado no es un paso previo a la privatización.

Por caso, hubo numerosos intentos de convertir el ente en una Sociedad del Estado. Uno de los últimos fue durante la gestión de Felipe Solá, cuando el entonces presidente del Astillero, Hugo Bilbao, encaró una avanzada en ese sentido. En ese momento, el rechazo de la fábrica fue categórico y el 70% de los trabajadores se negó al cambio de figura jurídica.

Mientras tanto, desde el Frente de Izquierda hablan de un "intento privatista". El diputado provincial del FIT, Claudio Dellecarbonara, asegura que "quieren hacer del Astillero una Sociedad anónima, cambiando la figura jurídica y permitiendo la intervención de capitales privados en un intento privatista".

Durante los años de María Eugenia Vidal en el gobierno bonaerense, Cambiemos denunció una serie de irregularidades dentro del Astillero que tenía como protagonistas a los gremios. En particular a ATE Ensenada.

En el muelle del Astillero todavía se encuentra amarrado el buque Eva Perón, un símbolo de las relaciones entre el kirchnerismo y el chavismo. El contrato se firmó en agosto de 2005 y debían entregarse en 2009. Sin embargo, entre la burocracia venezolana y las internas que se suceden en el Astillero, ya pasaron 16 años y el barco sigue sin poder navegar.

El Eva Perón llegó a botarse en 2012 en un mega acto donde participó el gobernador Daniel Scioli y los obreros del astillero estatal. Pero desde entonces reposa sobre un canal interno del astillero.

Fuente: LPO