23/04/21

Tres horas de cola y solo $1500, la odisea de cargar nafta en el sur

Las rutas continúan cortadas y la provisión de combustible es cada vez más complicada en las ciudades cordilleranas de Neuquén y Río Negro


San Martín de los Andes es una de las ciudades más complicadas, con colas cada vez más largas para poder cargar algo de combustibleGentileza Federico Soto

BARILOCHE.- Las complicaciones con el abastecimiento de combustible y otros productos continúan en distintas ciudades cordilleranas de Neuquén y Río Negro, mientras no se vislumbran soluciones en el corto plazo.

Luego de que fracasara la mediación entre los autoconvocados de Salud neuquinos y el gobierno provincial, los profesionales sanitarios mantienen diversos cortes de ruta en los alrededores de Vaca Muerta. Los piquetes se ubican actualmente en Neuquén capital, Senillosa y Plaza Huincul (ruta 22), Añelo, Rincón de los Sauces y San Patricio del Chañar (rutas 7 y 8), Picún Leufú (ruta 237), Chos Malal, Zapala, Junín de los Andes y Villa la Angostura (ruta 40).

“En 10 días recibí el combustible que normalmente recibo en dos”, cuenta a LA NACIÓN Tania Aichele, dueña de la estación YPF El Faldeo de San Carlos de Bariloche. “Como Plaza Huincul está bloqueado, estamos recibiendo camiones desde Comodoro Rivadavia y Villa Mercedes. En condiciones normales, pido 70.000 litros de súper por semana, que son tres camiones. La semana pasada me mandaron 12.000 litros. Anoche recibimos un camión cisterna de combustible, con 12.000 litros de súper y 6000 de Infinia. Creería que durará hasta mañana”, dice Aichele.

Los piquetes en Neuquén comenzaron el 7 de abril y los problemas con el abastecimiento empezaron a sentirse la semana pasada. Carteles de “No hay combustible” y surtidores con cintas blancas se han convertido en parte del paisaje por esta zona. En las distintas ciudades de la región, cuando se empezó a correr la voz de que faltaba combustible, muchas personas se desesperaron y se agolparon en las estaciones de servicio.

De hecho, Ariel Caminati, encargado de la estación de servicio Axion Melipal, ubicada a 4 km del centro de Bariloche, afirma que la demanda se ha triplicado en los últimos días. “Anoche dejaron pasar un camión en el corte de Senillosa, pero están tardando el doble en llegar desde la planta Galván de Bahía Blanca hasta acá. También trajimos camiones a través de la ruta 23, pero el estado de la ruta es malo y es una complicación para los camioneros”, describe.

A partir de rutas alternativas, la mayoría de las estaciones de servicio de Bariloche consigue proveer de combustible a los clientes, aunque todos coinciden en que las perspectivas no son buenas si el conflicto salarial del personal de Salud no se resuelve.

Si bien Bariloche ha estado hasta 48 horas sin provisión de combustible, en San Martín de los Andes el panorama es mucho peor. Desde ayer, la ciudad recibe al menos un camión por día, pero hay filas de autos de más de 10 cuadras, porque el desabastecimiento duró 10 días. Allí hay tres estaciones de servicio YPF.

“Hoy llegaron tres camiones, hice tres horas de cola y me quedé sin poder cargar. Entran camiones muy a cuentagotas. Te cargan $1500 o $2000 nomás por auto. Gasoil no hay. Y parece que el desabastecimiento va para largo, porque las estaciones no llegan a cargar las reservas”, cuenta Ximena Schoo, que vive en San Martín de los Andes.

En ese sentido, las ciudades que solo tienen YPF son las que más sufren el actual escenario. Villa La Angostura es otro de los ejemplos. “La semana pasada me quedé sin nafta. Tuve que dejar el auto estacionado donde estaba, en el centro, porque si volvía a casa, el auto se me quedaba. Fueron unos cinco días sin provisión. El sábado, cuando llegó el combustible, había colas de varias horas para cargar. No tenía nafta ni para hacer la fila, porque era prender y apagar el auto por dos horas. Cargué 5 litros con un bidón para poder moverme. Recién ayer pude llenar el tanque”, afirma Milagros Méndez, una vecina de Villa La Angostura.

También la ciudad de El Bolsón se vio afectada por los piquetes, al igual que el resto de las localidades de la Comarca Andina del Paralelo 42, como Puelo y Epuyén, donde hay menos opciones de carga de combustible y han llegado a estar más de 24 horas sin provisión. La situación también afecta al comercio y hay grandes retrasos en las entregas de las empresas de transporte de cargas.

Caminos alternativos

Todas las ciudades cordilleranas dependen de la provisión de productos que llegan desde Buenos Aires, mayormente, a través de las rutas 22 y 237. No solo el acopio de combustible se ha convertido en un problema, sino también de miles de productos comerciales. Las empresas que brindan servicios logísticos han tenido que modificar sus trayectos y horarios habituales por los cortes de ruta. Las alternativas son caminos internos, transitables con camionetas pero no con camiones, especialmente en épocas de fuertes lluvias como ahora, por la presencia de badenes.

“Frente a la actual situación de conflictividad, vemos con alarma la posibilidad del agravamiento de las mismas. Las consecuencias de la extensión en el tiempo de los piquetes sumarían caos y anarquía a la grave crisis social, sanitaria y económica que desde hace años sufrimos en el país. Consideramos perentorio retomar el diálogo institucional entre las partes para encontrar las respuestas que permitan llevar respuestas adecuadas y consensuadas para superar el conflicto”, señalaron en un comunicado diversas cámaras empresariales.

Durante la mediación convocada por el Ministerio Público Fiscal, el gobierno neuquino ofreció un bono no remunerativo de $40.000, a pagar en cuatro cuotas. La propuesta fue rechazada por los autoconvocados de Salud, que solicitan un 40% de aumento en el sueldo básico, así como el pase a planta de trabajadores eventuales.

El reclamo salarial comenzó hace casi dos meses, pero se agravó hace 15 días, cuando comenzaron los cortes de ruta. “Sostuvimos los hospitales durante toda la pandemia, y aún lo seguimos haciendo, en condiciones precarias de trabajo, viendo enfermarse y morir a nuestros compañeros y compañeras, poniendo en riesgo nuestra propia salud y la de nuestras familias. Con licencias suspendidas y sin un solo aumento”, indicaron los profesionales sanitarios en un comunicado.

Los cierres de producción en Vaca Muerta a raíz de los bloqueos implican pérdidas millonarias. Muchos pozos fueron cerrados por cuestiones de seguridad y varias instalaciones de gas ya agotaron su capacidad de almacenamiento. A su vez, la caída en el nivel de producción de gas podría afectar fuertemente los volúmenes que las empresas que participan del Plan Gas.Ar pensaban tener para el inicio del invierno

Fuente: LA NACION