18/09/25

Por dónde pasa el conflicto que afecta al biodiesel y por qué las productoras pymes paralizan sus plantas

Cantidad de plantas elaboradoras de biodiesel se concentran en la provincia de Santa Fe, donde se ha consolidado un polo industrial paralelo al aceitero

Por Antonio Rossi




Las pymes productoras de biodiesel comenzaron a paralizar sus actividades tras la resolución oficial que aprobó el nuevo precio de ese biocombustible por debajo de los costos operativos y sin haber cumplido con el mecanismo de ajuste que establece la normativa vigente.

Alrededor de 30 plantas de biodiesel nucleadas en la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB) y en la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) tomaron la decisión de frenar sus producciones hasta tanto la administración de Javier Milei revea la forma arbitraria de determinar el valor interno de biodiesel en pesos y pase a fijar el precio en dólares por tonelada "como ocurre con todos los combustibles que se comercializan entre compañías de energía".

Las entidades que representan a las empresas pymes de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Entre Ríos y Santa Fe anticiparon que, en caso de obtener respuestas a sus planteos, procederán a judicializar el conflicto con el "inicio de las acciones legales que correspondan por los daños y perjuicios ocasionados por la fijación de precios por debajo de los costos".

La mayor cantidad de plantas elaboradoras de biodiesel se concentran en la provincia de Santa Fe, donde se ha consolidado un polo industrial paralelo al aceitero. Predominan plantas industriales de gran tamaño, con capacidades productivas de entre 100.000 y 600.000 tn/año. El resto de las industrias están en las provincias de Buenos Aires, San Luis, Entre Ríos, Santiago del Estero y La Pampa. Por la ley vigente, la demanda doméstica se cubre con un sistema de cupos que beneficia a las pymes y empresas no integradas del sector. En tanto, las grandes plantas que controlan las compañías cerealeras y agroexportadoras solo pueden destinar sus producciones a mercados del exterior.

Por medio de un comunicado la CEPREB advirtió que "la crisis que afecta al sector ya lleva 15 meses y es producto del atraso de precios forzado por la Secretaría de Energía que fija precios de comercialización que ni siquiera cubren los costos de elaboración del biocombustible".

La entidad que conduce Federico Martelli destacó que el precio fijado por el Gobierno para setiembre de $1.408.687 por tonelada no cubre ni el costo de fabricación real que es de $1.641.000, ni el precio de comercialización que, según la normativa, debería ser de $1.691.000 por tonelada.

Para la CEPREB "resulta inaceptable que, con el argumento de reducir el impacto en el surtidor, la Secretaría de Energía condene a la parálisis a un sector fundamental para las economías regionales, más aún cuando la actualización del precio de biodiesel de acuerdo a la resolución 963/2023 tendría un impacto de $19 por litro y podría ser absorbido por las compañías refinadoras que han aplicado aumentos significativos por encima de los aumentos otorgados a los biocombustibles en general y al biodiesel en particular".

La entidad direccionó sus críticas contra el secretario Coordinador de Energía y Minería, Daniel González, quien admitió que los aumentos aprobados para el precio de biodiesel no se vienen fijando de acuerdo con la ley vigente, sino en función de objetivos macroeconómicos y para que no incida de manera significativa sobre el valor del gasoil.

Desde la CEPREB remarcaron que "hemos probado en reiterados documentos técnicos presentados ante las autoridades de Energía que no ha sido el biodiesel el responsable de las distorsiones de precio del diésel en el pico de surtidor, sino que ha sido el propio Estado, en connivencia con las compañías refinadoras y expendedoras, el que al liberar el precio de comercialización de combustibles líquidos propició una suba vertical del precio de los mismos que recayó sobre los consumidores".

El especialista en biocombustibles, Claudio Molina, destacó "desde hace más de un año el precio de biodiesel no se actualiza según la fórmula prevista en la resolución 963/2023. En la actual administración de Milei, solo se cumplió con ese esquema de ajuste durante la gestión de extitular de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo. Después de su salida, los precios pasaron a definirse de manera arbitraria y sin tener en cuenta los costos de producción".

Pérdidas y tipos de cambio

La semana pasada los titulares de CASFER, Marcelo Kusznierz, y de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (CAPBA), Axel Boerr, habían advertido a las autoridades energéticas que la fijación de precio del biodiesel de manera tardía y por debajo de los costos de producción le está generando "quebrantos y pérdidas millonarias al sector de las pymes".

Por medio de una nota remitida a González; a la titular de Energía, María Tettamanti, y al subsecretario de Combustibles Líquidos, Federico Veller; las cámaras puntualizaron que "las empresas elaboradoras de biodiésel han sufrido una pérdida de ingresos acumulada de u$s 78,8 millones y un quebranto operativo de u$s 45,5 millones entre julio de 2024 y agosto de 2025″.

La misiva precisó que "desde julio del año pasado, los precios publicados por la Secretaría se apartaron del artículo 14 de la ley 27.640, que establece que los precios deben reflejar los costos de producción para asegurar la sustentabilidad económica del sector".

El principal cuestionamiento de las entidades se focaliza en el impacto que tiene el tipo de cambio en la estructura de costos de las empresas y el tiempo que demora en ser actualizado por los funcionarios cuando tienen que aprobarse los nuevos precios mensuales.

De acuerdo con los técnicos del sector, el 95% de los costos de producción del biodiesel –como aceite crudo de soja, metanol y gas natural, entre otros componentes—están dolarizados. En cambio, el precio de venta de biodiesel que pagan las petroleras locales está fijado en pesos y se actualiza una sola vez por mes.

La fórmula polinómica del ajuste periódico que tiene el precio doméstico de biodiesel toma en cuenta un tipo de cambio promedio de los 30 días previos al séptimo día hábil anterior al inicio del mes de aplicación.

"Esta situación –advirtieron las cámaras-- genera una importante distorsión, ya que el ingreso que recibe el productor se basa en un tipo de cambio pasado, mientras que los pagos de insumos se realizan a una cotización que, en promedio, es 25 días posterior a la utilizada en el cálculo del precio".

Agregaron que "la evidencia empírica muestra un claro sesgo cambiario: desde enero de 2010, en 175 de 189 meses, el tipo de cambio promedio del mes fue mayor al del mes anterior. La última vez que ocurrió lo opuesto fue en julio de 2019, hace más de seis años".

Pusieron como ejemplo que, para el precio aprobado para setiembre, las autoridades utilizaron un tipo de cambio promedio de $1.316 por dólar cuando la semana pasada la cotización promedio ya había trepado a $1.432, acumulando una descapitalización de u$s 94 por tonelada.

Según la ley de biocombustibles vigente, el porcentaje de mezcla de biodiesel con el gasoil debe ser de 7,5%. Pero, por problemas de producción e incumplimientos de las refinadoras, ese nivel de corte había llegado en noviembre de 2024 a solo un 4%. De acuerdo con los datos relevados por las entidades del sector, en los primeros meses de este año se ubicó en el 6% en febrero; 5,9% en marzo y 6,6% en abril.

Para Claudio Molina --fundador de la Asociación Argentina de Biocombustibles—en agosto el corte alcanzó a 6%, un porcentaje que va camino a bajar considerablemente en setiembre por la situación que enfrentan los productores.

Fuente: iProfesional