Por Antonio Rossi

Por sexta vez en lo que va del año, la administración de Javier Milei volvió a subir el recargo tarifario que tienen las facturas de gas para poder cubrir los subsidios que benefician a 4,2 millones usuarios residenciales de las provincias que integran la denominada “Zona Fría”.
La tasa específica sobre el precio del gas natural que estaba en el 6,68% se elevó al 7% y, de acuerdo con los cálculos de los especialistas de sector, la incidencia promedio en las facturas finales de los clientes hogareños rondará entre $ 15 y $ 28 según la segmentación tarifaria y los niveles de consumo.
Si bien el impacto en las boletas no resulta significativo, la medida adoptada por la resolución 1448/25 del ministerio de Economía deja en claro que la intención oficial es no girar más recursos al “Fondo Fiduciario para Subsidios de Consumos Residenciales de Gas” y trasladar a los usuarios los pagos que demande el mantenimiento ese esquema de compensaciones.
En los fundamentos de la resolución, la gestión libertaria destacó que “la política de mantener un esquema de subsidios generalizados y crecientes en el tiempo, implementada a través de los aportes del Tesoro Nacional, resulta incompatible con la situación financiera por la que atraviesan las cuentas públicas, encontrándose el Estado Nacional imposibilitado de continuar realizando dichos aportes que funcionaron como un subsidio generalizado a toda la demanda implementado por las administraciones anteriores”.
En la parte resolutiva, la medida establece que el nuevo recargo previsto en el artículo 75 de la ley 25.565 “será equivalente al 7 % sobre el precio de gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), por cada metro cúbico (m3) de 9300 kilo calorías que ingrese al sistema de ductos”.
Inicialmente el régimen tarifario especial de Zona Fría alcanzaba a 850.000 hogares de la Patagonia, la Puna y Malargüe y se financiaba con un recargo en las facturas de 4,46% pagado por los usuarios del resto del país.
Tras un proyecto impulsado por el diputado Máximo Kirchner y los técnicos energéticos de La Cámpora, en 2021 la administración de Alberto Fernández aprobó la ampliación de los beneficios tarifarios a otros 3,1 millones de usuarios residenciales de distintas provincias del país. En ese momento, el recargo tarifario para atender el pago de esos subsidios había sido fijado en el 5,44% del precio del gas natural.
La expansión del régimen incorporó a gran parte de la provincia de Buenos Aires, centro y sur de Córdoba, sur de Santa Fe, Mendoza y casi la totalidad de San Luis.
Por esa vía, la mitad de los usuarios del servicio de gas natural por redes de todo el país comenzaron a recibir subsidios estatales. En la práctica, los beneficios en juego comprenden a descuentos que van desde un 30% sobre la factura final hasta un 50% en los casos de jubilados, receptores de AUH, pensiones, asignación por embarazo, seguro de desempleo o electrodependientes.
Según un informe de la consultora Economía y Energía, el total de beneficiarios de los subsidios por Zona Fría asciende a 4,2 millones de usuarios, de los cuales 72% reside en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Esta última provincia tiene una temperatura promedio igual a la media nacional; mientras que Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe las marcas superan ese registro. En cambio, las provincias patagónicas, que enfrentan las temperaturas más bajas del país y que eran las destinatarias iniciales de los subsidios, concentran solo el 17% de los beneficiarios del sistema.
El estudio de la consultora –que dirige el economista, Nicolás Arceo—precisó que uno de los principales efectos negativos y no deseados de la ampliación del régimen ha sido el hecho de que, entre 2021 y 2024, el consumo por hogar se incrementó un 7% en las regiones que se incorporaron al esquema de Zona Fría a contramano de lo que pasó en las provincias que quedaron por fuera del programa, donde la demanda unitaria de gas cayó hasta un 9%.
El trabajo alertó que “por la creciente concentración de los beneficiarios en las provincias más favorecidas económicamente y la persistente falta de un enfoque sostenible en el consumo de gas; el régimen de Zona Fría parece estar en una encrucijada que exige una revisión profunda para garantizar que el beneficio sea justo y eficiente para todos los sectores del país”.
Desde el año pasado, el Gobierno viene advirtiendo que “la ampliación a zonas templadas desvirtuó la lógica original del régimen, que durante casi veinte años priorizó regiones de bajas temperaturas y menores ingresos”.
Según la visión oficial, tal como funciona ahora el esquema de Zona Fría “no distingue el ingreso socioeconómico, ni el poder adquisitivo de los hogares que se ven beneficiados, lo cual lleva a tener que subir constantemente los recargos tarifarios que iban a financiar esos subsidios”.
Tras desembarcar en la Casa Rosada, la gestión mileísta buscó derogar la normativa de Alberto Fernández que había extendido los subsidios por medio del proyecto de la llamada “Ley Ómnibus”. Pero el intento no prosperó por la resistencia de los gobernadores y legisladores de las provincias beneficiarias.
Desde mediados de 2024, comenzó a subir gradualmente el recargo específico a todos los usuarios del servicio de gas. En abril de este año, el porcentaje ya había llegado a 6% y en junio, volvió a escalar a 6,2%. Un mes después pasó al 6,6% y en agosto saltó al 6,8%. Ahora en octubre, el recargo será del 7% y no se descarta que siga subiendo en los próximos meses.
La intención del Gobierno es eliminar la ampliación de beneficiarios que se dio en 2021 y mantener los subsidios de Zona Fría para la región patagónica, la Puna y el departamento mendocino de Malargüe, tal como establecía el régimen originario de 2002.
Con ese objetivo, incluyó en el proyecto de Presupuesto 2026 dos artículos referidos a esta cuestión. Uno prevé la derogación de los principales puntos de la ley 27.637 que había extendido los subsidios.
El otro, en tanto, contempla dos modificaciones relevantes: eleva el recargo hasta un 7,5% del precio del gas y faculta a las autoridades económicas a aumentar el mismo cuando lo considere necesario hasta un 50% más.
Fuente: iProfesional