20/05/24

Por el rechazo al "plan bonos", Toto Caputo estira la negociación con las generadoras eléctricas

La mayoría no aceptó la propuesta de cancelación de deudas. Nuevos roces con el secretario de Energía y polémica por un flamante funcionario de Cammesa.

Por Antonio Rossi



Toto Caputo no logra cerrar la negociación por las deudas de Cammesa

Tras la resistencia de las principales generadoras eléctricas al “plan bonos” para cancelar las deudas de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa); Toto Caputo prorrogó los plazos de la negociación para no agravar un conflicto que enciende señales de alarma en empresas e inversoras extranjeras del sector energético.

En un contexto de reclamos internos de las empresas afectadas y de cuestionamientos que bajaron de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía propuso cancelar una parte de las obligaciones impagas de Cammesa, estimadas en u$s1.200 millones, con bonos a largo plazo.

La propuesta de Caputo contempla pagar parcialmente u$s600 millones con bonos AE38 que vencen dentro de 14 años y que actualmente cotizan con una paridad del 51%.

Pocas aceptaron la propuesta de Toto Caputo

El “régimen de pagos excepcional, transitorio y único” ideado por el titular del Palacio de Hacienda para saldar las deudas acumuladas de Cammesa de diciembre, enero y febrero, sólo obtuvo el apoyo de cuatro empresas acreedoras.

Entre las que aceptaron cobrarlas con esas condiciones, figuran YPF Luz, de la petrolera de mayoría accionaria estatal YPF; Pluspetrol, de la familia Rodríguez-Rey; Pan American Energy (PAE), manejada por la familia Bulgheroni; y la eléctrica local Albanesi que controla Armando Losón.

El bloque mayoritario que rechazó el ofrecimiento libertario por considerarlo “un cambio de las reglas de juego y una alteración grave de la seguridad jurídica” está integrado por Central Puerto, Pampa Energía, la estadounidense AES, el grupo italiano ENEL, Genneia y MSU.

El plan bonos también no fue aceptado por las productoras de gas Total; Tecpetrol, del grupo Techint de Paolo Rocca; y la Compañía General de Combustibles (CGC), la petrolera de Eduardo Eurnekian.

Chirillo, al auxilio del ministro

Al constatar que la postura empresarial no iba a cambiar antes del tiempo fijado para cerrar los acuerdos, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo intervino para ampliar contrarreloj el plazo y mantener las negociaciones.

Chirillo, quien mantiene una relación cada más tirante con Caputo, abrió mediante resolución 77/24 un compás de espera hasta la última semana de mayo, para que las empresas convaliden o rechacen el esquema de pago.

Junto con la prórroga, las autoridades de Energía avisaron que quedará sin efecto el condicionamiento inicial que impuso Caputo, por el que las empresas que no aceptaran el plan bonos no iban a cobrar las facturas de marzo en adelante.

Para la mayoría de las generadoras, esa cláusula representa una “extorsión”, por atar el cobro de las transacciones de los últimos tres meses a firma previa de un acuerdo que implica un perjuicio económico y financiero.

Las empresas también cuestionan que la propuesta de Caputo no incluya el reconocimiento de los intereses por los atrasos en los pagos de diciembre, enero y febrero que el Gobierno quiere cancelar con los bonos AE38.

Polémica por un funcionario de Cammesa

En medio del conflicto, las generadoras tuvieron otra noticia que acrecentó el malhumor empresarial con la administración libertaria. Con el visto bueno de Caputo y del jefe de Gabinete Nicolás Posse, fue designado vicepresidente de Cammesa, Mario Cairella, quien ocupó ese cargo durante el último tramo de la gestión de Mauricio Macri.

Cairella, que tuvo que dejar el puesto tras la llegada de la administración de Alberto Fernández, arriba ahora otra vez a Cammesa con el apoyo del diputado José Luis Espert y del ministro de Economía.

Chirillo había nominado para ese cargo a Sergio Falzone, quien tuvo un paso fugaz como subsecretario de Energía Eléctrica entre el 8 de enero y el 20 de marzo pasado. El titular de Energía también pierde poder con la salida de Jorge Garavaglia, actual gerente general de Cammesa y el hombre de su confianza que manejaba la administradora del mercado eléctrico desde fines de diciembre.

En su anterior gestión en Cammesa, Cairella estuvo en el centro de la polémica. En 2018, lo primero que hizo al asumir fue triplicarse el sueldo con el argumento de que debía ganar lo mismo que el vicepresidente de YPF porque la empresa administraba un volumen de negocios y contratos similares a los de la petrolera.

Luego de contratar a una consultora privada para que avalara con un informe esa postura, Cairella buscó que su incremento salarial fuera aprobado por las asociaciones de generadoras, distribuidoras, transportistas y usuarias grandes del sistema eléctrico que forman parte de Cammesa. Tras chocar con la oposición inicial de los representantes de ENEL, la movida terminó siendo cuestionada por todas las entidades del sector.

El otro antecedente negativo se registró durante el apagón a nivel nacional de 2019, cuando Cairella se encontraba de viaje en Londres. En lugar de volver al país para reordenar el funcionamiento del sistema eléctrico y aplicar las sanciones que correspondían a las empresas, Cairella decidió permanecer más de diez días en el exterior y no abortar su participación en los cursos y eventos que le habían organizado las distribuidoras eléctricas locales en Europa.

Nota Editada en LetraP