25/03/24

Con el Gasoducto Norte retrasado, Javier Milei tendrá que importar más gas

La demora en la reversión pone en riesgo el suministro en el NOA. Licitación con sorpresa y alternativas para pasar el invierno. Paolo Rocca, otra vez gana.

Por Antonio Rossi




Con el ajuste tarifario del gas frenado hasta nuevo aviso, el gobierno de Javier Milei se encamina a cerrar los contratos pendientes de la Reversión del Gasoducto Norte. Se trata de un proyecto energético clave destinado a suplantar el gas importado que dejará de enviar Bolivia en los próximos meses, con la mayor producción local de Vaca Muerta.

Licitadas en medio de la campaña electoral, las obras tenían que haberse adjudicado antes del cambio de autoridades en la Casa Rosada, para que estuvieran terminadas y habilitadas en las semanas previas al invierno. El objetivo era un ahorro anual por sustitución de importaciones de casi u$s2.000 millones, según los cálculos del equipo técnico del ex ministro de Economía Sergio Massa.

Los recortes presupuestarios fuertes y los desacoples internos entre el ministro de Economía, Toto Caputo y el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo dejaron la definición de la obra en el freezer durante casi tres meses.

Las tres alternativas de Javier Milei

Ahora, sin chances de que los trabajos estén concluidos antes de setiembre, las autoridades del área energética buscan contrarreloj cómo garantizar a partir de junio el suministro de gas a las provincias del Noroeste (NOA), a fin de que no se vean afectadas las industrias y las usinas de generación térmica que atienden el abastecimiento eléctrico de la región.

El hueco a cubrir durante el período invernal por los menores ingresos de gas boliviano en el NOA oscila, según cálculos gubernamentales, entre 11 y 15 millones de metros cúbicos diarios (MMC3D). Para atender ese suministro, el equipo técnico de la estatal Enarsa evalúan tres posibles alternativas.

Una consiste en una mayor importación de Gas Natural Licuado (GNL) por barco. Hasta ahora, Enarsa tiene asegurada la provisión de diez cargamentos para la plantea regasificadora de Escobar a entregar entre fines de mayo y agosto. Esa cantidad podría elevarse al doble para reforzar el abastecimiento en junio y julio.

Otra opción en carpeta contemplaría reeditar la variante que había implementado el exministro de Energía macrista Juan José Aranguren en 2016, cuando habilitó la importación de gas de Chile por el gasoducto Norandino, que une la planta regasificadora trasandina de Mejillones y la provincia de Salta.

Una tercera posibilidad sería hacer un acuerdo con Brasil para que ceda a las provincias norteñas parte del gas que tiene adquirido a Bolivia y reciba en compensación cargamentos de GNL pagados por Argentina en los puertos que le resulte más conveniente.

En cualquier caso, el camino que se siga promete impactar en la cruzada déficit cero del equipo económico y, a diferencia de lo que sucede con los pagos pisados a provincias y jubilados, Caputo no tendría otra salida que abrir la billetera para no dejar sin gas al NOA.

Paolo Rocca, otra vez ganador

Las obras de reversión del Gasoducto Norte demandarán una inversión total de u$s710 millones. De ese monto, el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF aporta u$s540 millones con una línea de crédito aprobada el año pasado, mientras que el Gobierno debe cubrir con recursos propios los u$s170 millones restantes.

El proceso licitatorio original se había dividido en cuatro renglones. La provisión de 184 kilómetros de caños fue contratada de manera directa y anticipada por Enarsa a SIAT-Tenaris, la empresa de Techint que utilizará para la fabricación local de las tuberías chapas de acero de una proveedora brasileña que también está bajo el control del grupo liderado por Paolo Rocca, uno de los principales ganadores de la era Milei.

A su vez, las obras de ingeniería y montaje quedaron segmentadas en tres bloques. Los bloques dos y tres, que comprenden el tendido de dos tramos de gasoductos de 50 kilómetros cada uno, quedaron en manos del tándem Techint-SACDE, la constructora de Marcelo Mindlin y los principales ejecutivos de Pampa Energía.

Licitación con sorpresa

El renglón uno, que agrupaba las obras más relevantes como la reversión de cuatro plantas compresoras y el tendido de 84,8 kilómetros de ramales paralelos de gasoductos, fue licitado dos veces. En el primer llamado, la mejor oferta fue la del consorcio Techint-SACDE; pero como el monto final se ubicó por encima del presupuesto oficial, las autoridades de Enarsa resolvieron declarar desierta la licitación y convocar a una nueva ronda de ofertas.

A diferencia del primer intento que reunía todo en un solo paquete, la conducción de Enarsa regenteada por Juan Carlos Doncel Jones decidió volver a licitar los trabajos divididos en dos partes.

Por un lado, se licitaron las obras de ingeniería y montaje de dos tramos adicionales y complementarios del Gasoducto Norte. La sorpresa la dio la constructora local BTU, cuya oferta con descuento relegó las propuestas de Techint-SACDE y de la estadounidense Pumpco Inc., la firma del empresario Jorge Mas, el dueño del Inter Miami, el club que tiene contratado a Lionel Messi.

Nota Editada en LetraP