07/07/23

Rocca y Mindlin, los grandes ganadores con el gasoducto

Los empresarios conducen los grupos Techint y Sacde, que estuvieron al frente de la obra. Los beneficios que contabiliza el Gobierno y la cautela de algunos especialistas. El rol clave de la Cammesa.

Por Antonio Rossi




La inversión de casi US$ 2.500 millones para la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) deja una lista de empresas ganadoras. Techint y Pampa Energía ocupan los dos primeros puestos de la tabla.

El holding piloteado por Paolo Rocca -con su filial Siat-Tenaris- fue el único proveedor de los caños utilizados en la primera etapa de 573 kilómetros del gasoducto destinado a aumentar la capacidad de transporte de gas natural desde Vaca Muerta hasta los centros de mayor consumo de la región metropolitana del AMBA y las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

El contrato de provisión de las cañerías trepó por encima de los US$ 700 millones, con la particularidad de que la proveedora brasileña de las chapas de acero para la fabricación local de los caños fue una empresa también controlada por Techint.

Para las obras de construcción y montaje, en las que se invirtieron alrededor de US$ 1.800 millones, Techint y SACDE, la empresa del grupo Pampa Energía que conduce Marcelo Mindlin, conformaron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que se adjudicó la mayor parte de los trabajos.

Las obras entre Tratayén (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires) se dividieron en tres tramos (renglones 1, 2 y 3), a los que se sumaron la conexión Mercedes-Cardales (renglón 4) y una nueva planta compresora en la localidad bonaerense de Mercedes (renglón 5). El tándem integrado por Techint y SACDE se adjudicó los renglones 1, 2 y 4, mientras que las empresas BTU y Esuco se quedaron con las obras de los renglones 3 y 5, respectivamente.

La planilla de las productoras encargadas de proveer el gas que comenzará a transportar el GPNK vuelve a tener en los primeros puestos a Pampa Energía y Tecpetrol, la petrolera de Techint. Junto Pan American Energy (PAE), inyectarán casi el 85% de los 11 MMm3 diarios iniciales que movilizará el nuevo gasoducto. En el caso de YPF, sus aportes al llenado de los caños comenzarán a ser más marcados recién a partir de 2024.

Pampa Energía también logró hacer pie en el negocio de la “operación y mantenimiento” del GPNK. Con TGS -cuyo manejo comparte con el grupo Sielecki-, Mindlin le ganó la pulseada a TGN, la otra transportada de gas controlada por Techint, y se quedó con el manejo operativo del nuevo gasoducto por un período de diez años.

Entre las que salieron beneficiadas por la obra también se encuentra la provincia de Neuquén. Los primeros cálculos de los funcionarios neuquinos proyectan que, debido a la mayor producción de gas de Vaca Muerta para llenar las cañerías, ingresarán a las arcas provinciales $47,6 millones diarios adicionales en concepto de regalías. Esa suma escalará hasta $90 millones diarios una vez que se encuentren operativas las plantas compresoras y el gasoducto pueda transportar hasta 21 MMm3 diarios.

El impacto de la obra en la economía

En cuanto al impacto productivo y el ahorro económico que aportará la entrada en servicio del GPNK, las autoridades de la Secretaría de Energía y un reciente informe realizado por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires junto con la estatal Enarsa señala varios aspectos relevantes.

Según los números oficiales, la ampliación de la capacidad de transporte y la sustitución de importaciones de combustibles líquidos más caros permitirán durante el primer año un ahorro fiscal de US$ 2.200 millones. Esa cifra podría trepar hasta los US$ 4.300 millones, una vez que se concreten las obras de la segunda etapa del GPNK entre Salliqueló y San Jerónimo.

Debido al encadenamiento productivo generado por la obra, dice el informe, por cada peso invertido en la construcción se generarán $0,74 adicional en la economía. "Las áreas más beneficiadas económicamente serán la industria manufacturera, la construcción, la explotación de minas y canteras y el comercio", remarca.

En la primera etapa, el proyecto produjo 40 mil empleos nuevos de manera directa e indirecta. Los sectores con mayor generación de trabajos fueron industria manufacturera (42,5%), comercio (18%), construcción (10,3%), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (7%), transporte, almacenamiento y construcciones (5,2%) y hoteles y restaurantes (4,1%).

Repago eléctrico y cautela a la euforia oficial

Para varios especialistas del sector, los datos que el Gobierno difunde para remarcar la importancia del GPNK y presentarlo como un logro de soberanía energética "son demasiado optimistas" y "no se ajustarían a la realidad".

Además, resaltan una cuestión significativa que las autoridades de Energía minimizaron y que apunta a trasladar el repago de las obras a todos los usuarios del servicio eléctrico. Se trata del contrato para el transporte de gas por el GPNK que cerraron la estatal Enarsa y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

Por medio de ese contrato, que se extiende hasta 2058, la Cammesa se quedará inicialmente con casi toda la capacidad diaria de transporte en firme del gasoducto.

De esta manera, seguirá concentrando las compras de gas para las centrales térmicas y postergará sin fecha el restablecimiento de las reglas de juego originarias del sector eléctrico que determinan que los generadores deben acordar el suministro de gas directamente con los productores con contratos a largo plazo.

La Cammesa se quedará inicialmente con casi toda la capacidad diaria de transporte en firme del gasoducto.

Durante los primeros 15 años del convenio, la Cammesa deberá abonar una tarifa que tiene un cargo de 0,023 US$/m3 por mes de capacidad diaria contratada por "operación y mantenimiento” y otro de 1 US$/m3 por mes de capacidad diaria contratada en concepto de "recupero de la inversión efectuada para la construcción del GPNK y la instalación de plantas compresoras entre Tratayén y Salliqueló".

Con esa tarifa especial, que resulta algo más del doble de la que está actualmente vigente en otros gasoductos similares, en los primeros tres lustros de los 35 años que durará el contrato, Enarsa recibiría un total de casi US$ 4.500 millones para repagar las obras completas de los dos tramos del GPNK.

Como no está previsto que reciba fondos extras para afrontar esa tarifa de transporte, a la Cammesa no le quedará otra alternativa que descargar ese gasto en el valor final de la energía que terminarán pagando los hogares, comercios e industrias.

Nota Editada en LetraP