31/07/23

Las mayores alícuotas del impuesto PAIS ponen en jaque a las empresas de servicios de Vaca Muerta y a las navieras locales que transportan combustibles

A una semana del paquete de medidas cambiarias y tributarias que el Gobierno puso en marcha en el marco de las negociaciones con el FMI, dos rubros clave de servicios que integran la red productiva y de negocios del sector hidrocarburífero salieron a advertir las consecuencias negativas que ya comenzaron a registrarse y los problemas que avizoran en el corto plazo por la mayor presión impositiva y las restricciones a las importaciones.

Por Antonio Rossi




Junto con una nueva versión del “dólar agro” que amplió la aplicación de un tipo de cambio diferencial para determinados productos del campo, las autoridades económicas procedieron a encarecer las importaciones por medio de más gravámenes. La vía elegida fue el impuesto PAIS. Las importaciones de servicios quedaron recargadas con una nueva alícuota del 25%, mientras que para los fletes y bienes se fijó otra del 7,5%; excepto para medicamentos, lubricantes y equipos e insumos vinculados a la generación de energía y la canasta básica alimentaria.

En medio de la nueva carga tributaria, la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) alertó que el bloqueo de las importaciones que viene haciendo el BCRA al no autorizar el acceso a los dólares oficiales pone en riesgo el crecimiento de la producción petrolera y gasífera de Vaca Muerta que viene en camino ascendente desde el año pasado.

Entre las compañías logísticas y de servicios petroleras más afectadas se encuentran--entre otras-- Halliburton, SLB, Calfrac, Tenaris, Weatherford y San Antonio. Ante el agravamiento del cepo que impide la llegada de equipos e insumos del exterior, la entidad pidió una urgente reunión con las autoridades de Energía y Comercio para que exponer la situación y buscar alguna solución transitoria que permita evitar la paralización de actividades.

Tras indicar que hace más de un mes que sufren restricciones muy significativas, el director de Operaciones de la empresa DLS Archer, Juan Ogando destacó que “la cadena de valor de Vaca Muerta se encuentra en una situación crítica, ya que alrededor del 70% de los insumos son importados”.

Según explicó Ogando, las complicaciones para poder importar se deben a la falta de aprobaciones en el “Sistema de Importaciones de la República Argentina” (SIRA), lo que atrasa las tareas de mantenimiento y puestas en marcha de nuevos equipos.

El directivo de DLS Archer anticipó que, en caso de no levantarse las trabas en los próximos días, no se podrá poner en funcionamiento un nuevo equipo de extracción que está programado y que permitirá generar 50 puestos laborales.

Por su parte, la Federación de Cámaras Empresariales de Neuquén (FECENE) reconoció que recibe constantes reclamos de sus pymes asociadas que prestan servicios a la cadena de valor de Vaca Muerta por la falta de repuestos e insumos importados que requieren para la perforación y fractura horizontal de los pozos y la reparación de las maquinarias y equipos.

Desde esa entidad le reclaman a las autoridades económicas que definan qué nivel de importaciones prevén autorizar en lo que resta del año y que restablezcan el funcionamiento a pleno del “Corredor Aduanero Vaca Muerta” que se había habilitado a fines del año pasado para facilitar el suministro de insumos y equipos para la construcción de las obras de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).

NAVIERAS EN SITUACIÓN CRÍTICA

En tanto, las compañías nucleadas en la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) advirtieron que las restricciones para acceder al Mercado Único Libre de Cambios, las demoras en las fechas de aprobación del SIRA y las nuevas cargas impositivas han generado una profunda crisis en el sector al haber quedado en desventaja con respecto a las empresas extranjeras y otros modos de transporte de combustibles.

En una nota enviada al ministro de Economía, Sergio Massa en la que solicita una “audiencia urgente”; la entidad resaltó que “de no corregirse inmediatamente está injusta y acuciante situación, el sector no puede asegurar la continuidad de su operatoria y lamentablemente en 10 días deberemos comenzar a parar los buques por falta de pago de arrendamientos, de seguros o falta de mantenimiento”.

Remarcó, además, que “buenas parte de los buques operados son los que se encuentran afectados al transporte de combustible tanto para el mercado interno, como para las usinas eléctricas; mientras que otros transportan importantes insumos y fertilizantes para el agro, por lo que la paralización acarrearía un concreto peligro de desabastecimiento en un plazo breve".

Según precisó la FENA “el reciente Decreto 377/23 implica un nuevo empeoramiento de la ecuación económica-financiera de las empresas armadoras argentinas. El impuesto PAIS que hoy se aplica a la marina mercante impacta de manera directa a la importación de bienes en un 7,5% y de servicios en un 25%, y esto sin tener en cuenta los costos de financiación, que a la fecha venía siendo soportado por los armadores, en atención a los plazos de pago que se autorizan".

Sostuvo también que ese decreto “consagra una inadmisible y desleal desigualdad entre los servicios de fletes marítimos prestados por empresas extranjeras (que tributan un 7,5% de impuesto PAIS) en detrimento de la alícuota del 25% que deben abonar las empresas armadoras nacionales por servicios tales como el arrendamiento de buques o seguros. Esta diferenciación de la alícuota de casi 17,5 puntos del impuesto PAIS colocan al armamento nacional en una situación de desleal desventaja competitiva".

De acuerdo con los cálculos de la entidad naviera, las nuevas medidas implicarán un incremento del 10% en los costos operativos de las empresas, lo cual afectará gravemente su competitividad frente a otros modos de transporte como el camión, cuyo impacto ambiental es mayor que el que tienen los buques.

Alertaron, además, que la suba impositiva dispuesta provocará una doble pérdida de fuentes laborales y de divisas “porque los servicios que no puedan realizar las navieras locales, los realizarán empresas extranjeras que -obviamente- percibirán el costo de los fletes en el exterior, y tal costo es muy superior al valor de las importaciones necesarias para un adecuado mantenimiento de la flota de bandera argentina”.

Fuente: iProfesional