17/11/23

El último subte de Horacio Rodríguez Larreta sale con aumentos en el boleto

El alcalde puso a rodar los mecanismos para una audiencia pública y actualizar el valor. Herencia para Jorge Macri y un informe técnico con tarifa plena por debajo de trenes y colectivos.

Por Antonio Rossi



Horacio Rodríguez Larreta baja de una formación del subte

En medio de la polémica electoral planteada entre el ministro candidato Sergio Massa y economista libertario Javier Milei por los subsidios tarifarios en colectivos y trenes; Horacio Rodríguez Larreta hace su última movida como alcalde porteño convocando a una audiencia pública para actualizar el valor del boleto del subte; una medida que, de aprobarse, deberá aplicar su sucesor Jorge Macri.

Bajo la órbita de la administración porteña desde hace más de una década, los servicios de la red de subterráneos y el premetro registraron cuatro aumentos de tarifas en lo que va del año. El primer ajuste se dio en marzo, cuando el precio del boleto pasó de $ 42 a $ 58. Luego vinieron un aumento en mayo, que llevó la tarifa a $ 67; y otro en junio, que la incrementó a $ 74. La última suba se registró en setiembre, al trepar el valor del boleto a $ 80, acumulando casi un 100% de incremento en siete meses.

A principios de noviembre y en una de sus últimas medidas como alcalde porteño, Larreta puso en marcha el procedimiento administrativo para dos nuevos aumentos tarifarios que deberá aplicar su sucesor. El primer incremento previsto para el inicio de 2024 llevará la tarifa actual de $ 80 a $ 110. En tanto, el segundo ajuste está agendado para marzo y elevará el costo de cada viaje a $ 125.

Convocada para el 4 de diciembre, la audiencia pública para tratar el doble aumento tiene el respaldo de un informe técnico-económico elaborado por autoridades porteñas. El estudio exhibe dos aristas relevantes en relación con la composición tarifaria y los costos operativos del servicio que presta la concesionaria privada Emova, que controla el grupo Roggio.

Tarifas y costos operativos

En el orden tarifario, el dato llamativo es la denominada “tarifa técnica” (TT), sin subsidio, que no llega a superar $ 400; frente a los boletos plenos de $ 700 en colectivos y $ 1.100 en trenes que ha establecido la administración nacional para quienes renuncien al subsidio.

Según los parámetros regulatorios del subte, la TT sin subsidio es la que refleja los gastos de explotación y salariales del servicio que afronta Emova; más los costos operativos que registra la empresa estatal porteña SBASE en inversiones de capital, seguridad y el programa de desasbestización. La TT surge de dividir la totalidad de los egresos operativos anuales sobre la cantidad de pasajeros transportado en el período.

El informe confeccionado para la audiencia pública muestra que el costo anual actualizado de los subterráneos asciende a un total de $ 94.133 millones; de los cuales más de la mitad -$ 52.739 millones- corresponden a los sueldos que cobran el personal y metrodelegados.

De acuerdo con los cálculos oficiales, el total de los gastos operativos dividido por los 236,26 millones de personas que anualmente se movilizan en los subtes arroja una TT de $ 398,44 por viaje.

La vía del 30-70 y los descuentos

Con las modificaciones tarifarias previstas para los primeros meses de 2024 de $ 110 y $ 125, quienes usen las líneas de subterráneos y el premetro van a pasar a pagar alrededor del 30% del valor real de cada viaje; quedando a cargo de la Ciudad el 70% restante en concepto de subsidio. Con estos valores, si Jorge Macri decidiera imitar a Milei y eliminar los subsidios, la tarifa de los subtes debería aumentar a partir de enero un 397%.

Para atenuar el impacto de los aumentos, fuentes de la administración porteña recordaron que existen bonificaciones y alternativas de descuentos. Los pasajeros que utilizan la tarjeta SUBE acceden automáticamente a rebajas del 20%, 30% y 40%; una vez que se superen los 20, 30 o 40 viajes mensuales, respectivamente. Los jubilados, pensionados, personas con discapacidad y trasplantados cuentan con pases para viajar sin cargo en determinadas franjas horarias.

A eso se suman los abonos para estudiantes y personal docente con cupos de viajes bonificados y distintos porcentajes de descuentos. También el “abono social”, equivalente al 20% del valor del boleto destinado a beneficiarios del programa Jefes y Jefas de Hogar; desempleados, indigentes, ex combatientes de Malvinas, personas con ingresos familiares por debajo de la canasta básica, beneficiarios del subsidio por la tragedia de Cromañón y personas con necesidades especiales y en situación de alta vulnerabilidad social.

Gastos operativos fuera de rieles

Las planillas desagregadas de los rubros que componen los “gastos operativos” exhiben datos llamativos sobre las erogaciones mensuales que hace la concesionaria Emova, sucesora de Metrovías y también perteneciente al grupo Roggio, para las prestaciones del servicio.

Uno es el gasto mensual para transportar caudales y las recaudaciones de las boleterías. Por el servicio de sus camiones blindados, la empresa Brinks factura unos $ 54 millones mensuales. En materia de “asistencia legal”, Emova paga un abono de $ 1,3 millones mensual al estudio Funes de Rioja y Asociados -del actual titular de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja—y honorarios por asesoramiento a abogados particulares que oscilan entre $ 1,7 millones a Carlos Ferla y $ 2,9 millones a Jorge Valerga Aráoz.

A su vez, en el ítem “Comunicación al Pasajero e Imagen”, se encuentran facturas de hasta $ 1,1 millones por “diagnóstico, diseño y facilitación de actividades de capacitación para 81 personas de la Gerencia de Transporte y Atención al Usuario”; de $ 230.000 por “monitoreo y soporte de la plataforma Twiter”; y de $ 700.000 mensuales por un “servicio de influencia” prestado por la consultora Tandem SG.

Nota Editada en LetraP