Por Antonio Rossi
A contramano del compromiso de reducción de subsidios y baja del déficit fiscal asumido con el FMI y con el fin de morigerar el impacto de la devaluación posterior a las PASO en los bolsillos de los usuarios, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por a la Patria (UP), Sergio Massa, dispuso un nuevo congelamiento de los boletos de los colectivos y trenes en la región metropolitana del AMBA.
Cuando restaban menos de 24 horas para que empezara a correr la actualización mensual del 6,3% prevista para setiembre, Massa bajó la orden a su par de Transporte, Diego Giuliano para que pusiera marcha atrás y mandara las tarifas de las líneas de ómnibus y de los servicios ferroviarios al freezer.
Por medio de la resolución 501/23, las autoridades de Transporte congelaron hasta nuevo aviso los precios de los boletos en el área metropolitana y dejaron vigentes los cuadros tarifarios que se vienen aplicando desde el primer día de agosto. La medida va en línea con los congelamientos anunciados hasta después de las elecciones de los precios de los combustibles y los servicios de medicina prepaga.
Si bien no quedó expresamente fijado en la resolución, la decisión de pisar las tarifas del transporte de pasajeros, implicará para el Gobierno un mayor desembolso de subsidios que oscilaría entre $30.000 millones y $35.000 millones mensuales destinados a compensar los incrementos de precios en los insumos y gastos operativos que vienen afrontando en las últimas dos semanas las empresas privadas de colectivos y la operadora ferroviaria estatal Sofse.
A fines de julio, la resolución de Transporte 424/23 había calculado para agosto un desembolso total de subsidios destinado a las líneas de colectivos de la región metropolitana de $59.624 millones, equivalente a casi $2.000 millones diarios.
Según esa norma, las compensaciones económicas iban a cubrir el 86% del monto total de los gastos operativos y salariales de las líneas de colectivos del AMBA y el 14% restante -que representaba a algo más de $10.000 millones-, las empresas lo iban a obtener con la venta de boletos.
La cuenta de los empresarios
Ese escenario delineado antes de las elecciones internas quedó fuertemente trastocado tras la devaluación del 14 de agosto y la posterior estampida de los precios. Según las cuentas que hacen los empresarios del sector, para poder afrontar los aumentos de precios de hasta el 50% que se registraron en la última quincena, los subsidios tarifarios deberían ascender, como mínimo, hasta un nuevo escalón de $75.000 millones mensuales.
En el caso de los trenes, los primeros cálculos que barajan los técnicos de la Sofse sobre las mayores los fondos adicionales para atender los aumentos de los costos operativos indican que sería necesario un refuerzo presupuestario de entre $16.000 y $18.000 millones mensuales.
Más allá de los números, lo que más preocupa a los dueños de los colectivos es la falta de respuestas que tienen las autoridades de Transporte a la hora de precisar cómo y cuándo se van a actualizar los subsidios.
Si bien Giuliano señaló en declaraciones radiales que el congelamiento va a tener una duración de tres meses, la resolución -que suspendió el esquema de actualización que se venía aplicando mensualmente desde enero- no tiene una fecha límite para salir del freezer y tampoco indica un plazo cierto para la aprobación de un nuevo cuadro tarifario.
Ese punto que genera ruido se vio potenciado con la parte argumentativa de la norma que sostiene que “la estabilización actual de los cuadros tarifarios resulta necesaria y deberá mantenerse hasta tanto se formule una revisión integral del sistema y se avance en la creación de las condiciones de sostenibilidad requeridas para el mismo sin desmedro de la capacidad salarial de los usuarios”.
En sintonía con ese planteo, la resolución de Giuliano le encomendó a la Secretaría de Gestión de Transporte-- que conduce la massista bonaerense Jimena López—que lleve adelante “la revisión de la normativa relacionada con la redeterminación de los costos y las tarifas de los servicios públicos de transporte automotor y ferroviario de pasajeros”.
Junto con esa movida, el Ministerio habilitó “la creación de mesas de trabajo con las cámaras empresarias representativas del transporte automotor de pasajeros y con los operadores de los servicios ferroviarios como ámbitos de intercambio institucional destinados a realizar un seguimiento de los costos de operación”.
Una "invitación" para las provincias
A eso se agrega otra arista que promete sumar nuevos cortocircuitos con los gobiernos provinciales, que en su gran mayoría se han rebelado contra el pago de la suma fija a los trabajadores estatales que decidió Massa desde la Nación.
Se trata de la sutil “invitación” efectuada por Transporte en el artículo 4 de la resolución para que las administraciones provinciales y municipales se “adhieran al congelamiento de los boletos de colectivos”.
Con aumentos aprobados recientemente y boletos mínimos que se ubican entre $120 y $180 frente a los $52,96 que se paga en el AMBA, los gobiernos del interior no están en condiciones de congelar las tarifas. Pero sí podrían aprovechar la ocasión para volver a la carga y reclamarle a Massa un incremento en las partidas de los subsidios nacionales destinados al interior con el fin de corregir el actual reparto de fondos que beneficia claramente los usuarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.
Nota Editada en LetraP