Por Antonio Rossi
En línea con los aumentos que habían aprobado las autoridades nacionales para Edenor y Edesur y 10 días después de la fecha en que comenzaron a regir los nuevos valores, la administración bonaerense que encabeza Axel Kicillof sacó a la luz las resoluciones oficiales que autorizaron una recomposición tarifaria acumulada del 261% en los ingresos específicos de las distribuidoras privadas Edelap, Edes, Eden y Edea y de las casi 200 cooperativas que prestan el servicio eléctrico en el interior de la provincia.
El ajuste tarifario destinado a mejorar las cajas de las operadoras eléctricas que están bajo la órbita provincial se aplica de manera desdoblada. El primer incremento para el Valor Agregado de Distribución (VAD) alcanza al 108% y ya comenzó a correr desde el primer día de abril. En tanto, la segunda suba será del 74% y se aplicará a partir de junio.
Tanto el primer ajuste en curso, como el siguiente recaerá sobre los tres niveles (N1, N2 y N3) en que quedaron agrupados los usuarios residenciales de la provincia tras el esquema de segmentación tarifaria y quita de subsidios que el gobierno nacional puso en marcha en septiembre pasado.
Junto a la actualización de los VAD de las distribuidoras y cooperativas, las resoluciones del ministerio bonaerense de Infraestructura y Servicios Públicos también incluyeron una remarcación que oscila entre el 8% y el 24% en los distintos precios de la energía eléctrica que componen los "cargos variables" de las facturas residenciales. En el caso de los clientes comerciales e industriales, las subas adicionales a los cargos fijos van del 21% al 44%, de acuerdo con los niveles de consumo y categorías tarifarias.
Cuál será el impacto de los aumentos
Según los cálculos oficiales de la Subsecretaría de Energía bonaerense, los aumentos autorizados para los usuarios hogareños en abril y junio tendrán un impacto final en las facturas que irá del 58% al 98%.
La incidencia de los aumentos en las boletas dependerá del "nivel socioeconómico" (N1, N2 o N3) en el que quedó alistado cada usuario residencial según el esquema de segmentación tarifaria.
En los hogares de altos ingresos que perdieron la mayor parte de los subsidios y donde el VAD tiene una menor proporción en la factura final, las subas en juego impactaran menos que en aquellos hogares de clase media y baja donde los recortes de subsidios fueron más leves y la incidencia de los cargos fijos es más marcada.
Para atemperar el impacto de los aumentos en los usuarios que tienen ingresos mínimos (N2) o que ya están encuadrados en el "régimen de tarifa social", el gobierno de Kicillof decidió limitar los ajustes autorizados del 108% y 74% en los VAD de abril y junio al 90% y 60% respectivamente.
Cuánto dinero implica el subsidio
La diferencia entre este incremento acotado y la suba total aprobada para los restantes usuarios residenciales será cubierta con fondos de la provincia mediante un nuevo "subsidio al componente VAD".
De acuerdo con los números que manejan los funcionarios bonaerenses, ese subsidio implicará para la provincia durante este año un desembolso extra de $2.000 millones que se sumará a los $18.000 millones que están previstos para mantener en pie el régimen de tarifa social.
Los mayores ingresos provenientes de las actualizaciones de los VAD y del nuevo subsidio que afrontará la provincia irán a parar íntegramente a las cajas de las cooperativas del interior y de las cuatro eléctricas privadas (Edelap, Edes, Eden y Edea) del grupo DESA.
Piloteado por Rogelio Pagano -un ex ejecutivo del grupo Pampa Energía de Marcelo Mindlin-, el grupo DESA concentra algo más del 60% del negocio de la distribución y facturación de la energía eléctrica de la provincia de Buenos Aires.
Las nuevas tarifas
En el caso de los clientes de Edelap -la distribuidora eléctrica que presta servicios en La Plata y cinco partidos vecinos-, los aumentos que rigen desde el inicio de abril llevaron el valor del cargo fijo de la escala residencial más baja (T1R1) de $ 112,35 a $ 234,63 y el precio del kWh de $13,48 a $ 14,52.
Para los clientes hogareños T1R2 (entre 151 y 325 kWh bimestrales), el cargo fijo subió de $329 a $603; mientras que el componente variable pasó de $12,79 a $13,80.
Por el lado de los clientes que consumen entre 501 y 600 kWh bimestrales, el cargo fijo aumentó de $1.046 a $2.094 con un salto del cargo variable de $13,42 a $15,17. Y para los hogares con consumos superiores a los 1.400 kWh bimestrales, el valor del cargo fijo cambió de $2.433 a $4.979 mientras que el cargo variable por kWh lo hizo de $13,89 a $16,14.
Según los ejemplos difundidos por los funcionarios bonaerenses, un usuario residencial R2 de altos ingresos deberá afrontar una suba acumulada -por la aplicación de los dos aumentos de abril y junio- de $1.853 y de los $3.225 que abonó en febrero pasará a pagar desde el sexto mes del año una factura de $5.078.
En tanto, para los hogares de bajos ingresos de la misma escala R2 que consumen entre 151 y 325 kWh bimestrales, el aumento será de $1.472 y la boleta de febrero de $1.741 saltará en junio a $3.213.
Fuente: iProfesional