22/11/22

Guerrera le da más tarifas y subsidios a los colectivos y echa leña a la inflación

Con el ajuste del 40% en los boletos del AMBA en diciembre, las transferencias a las líneas metropolitanas subirán a $32.500 millones mensuales. La manta corta.

Por Antonio Rossi




La cobertura de los costos reales de las líneas de colectivos de la región metropolitana del AMBA constituye, desde la crisis económica y social de 2001, un dolor de cabeza y un problema político que jaquea recurrentemente a las autoridades de Transporte. Adoptada como una solución transitoria hace poco más de 20 años, la entrada en escena de los subsidios estatales para que las empresas dueñas de los ómnibus puedan atender sus gastos de operación sin tocar el valor de los boletos se ha convertido en una bola de nieve que no para de crecer y de impactar en las cuentas fiscales.

Sin margen político para eliminar de un plumazo esas compensaciones económicas y con una inflación mensual disparada por encima del 6% que se encamina a cerrar el año bordeando la marca del 100%, el ministerio de Transporte conducido por el massista Alexis Guerrera salió atacar los mayores costos operativos y salariales de los colectivos metropolitanos con una doble medida que incluye un ajuste de tarifas y un refuerzo en el monto de los subsidios. Tal como había anticipado Guerrera hace un mes, el Gobierno se apresta a implementar, desde los primeros días de diciembre, un nuevo aumento en los boletos de los colectivos y trenes del 40%.

El proceso regulatorio para convalidar la remarcación tarifaria, la segunda del año luego de haber acumulado más de tres años de congelamiento, arrancará en los próximos días con la habilitación de la instancia de “participación ciudadana” que establecen las normas vigentes como paso previo a una actualización de los boletos.

Esa modalidad, que remplaza a las “audiencias públicas” que tienen los restantes servicios públicos, consiste en la apertura de un período de cinco días para la recepción por escrito y por internet de las observaciones y consideraciones que quiera arrimar el público usuario con respecto a los nuevos cuadros tarifarios. Tras analizar las presentaciones recibidas, el área técnica de Transporte debe elaborar un informe final que, al no ser vinculante, terminará avalando y dando la vía libre para la aplicación de los aumentos definidos de antemano.

El nuevo incremento tarifario llevaría el valor del boleto mínimo de colectivo actual de $ 25,2 a $ 35,28 pesos, acumulando un incremento anual del 95,5%, casi en la misma línea de la inflación prevista para todo este año. La segunda sección (de 3 a 6 kilómetros) de las líneas metropolitanas pasaría de $ 28 a $39,20; mientras que en el caso de la sección más extensa que supera los 27 kilómetros, el boleto treparía de $32,20 a $45,08.

En cuanto a los trenes metropolitanos, las tarifas mínimas de las líneas Mitre, Sarmiento y Roca subirían de $ 17,25 a $ 24,15; mientras que las correspondientes al ferrocarril Urquiza llegarían a $15,75 y las de las dos líneas Belgrano (Norte y Sur), a $ 13,30.

El ajuste del 40% aplicado en agosto y el que se viene en diciembre no alterarán el hecho de que el boleto de colectivo en el AMBA siga costando menos de la mitad de lo que se paga en varias ciudades del interior del país, donde la tarifa mínima por viaje oscila entre $70 y $ 100.

Los aumentos en danza no modificarán el actual esquema de bonificaciones adicionales de la red SUBE, por el cual un usuario que realiza una combinación tiene un descuento del 50% en ese boleto y del 75% en caso de que vuelva a tomar otro medio de transporte dentro de un lapso inferior a las dos horas. Además, se prevé mantener la llamada “tarifa social” que tiene un descuento adicional del 55% y los viajes gratuitos tanto las personas con discapacidad, como a estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario de instituciones públicas o privadas con aportes del Estado.

Lo que no podrá evitar el Gobierno es el impacto inflacionario que dejará la suba tarifaria. Tal como sucedió con el aumento implementado en agosto, técnicos oficiales y consultoras privadas admiten que las nuevas tarifas van a agregar entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales al índice de precios al consumidor del último mes de año.

Subsidios por las nubes

La segunda medida que tomó Guerrera para tratar de equilibrar, al menos por unos meses, las cuentas de las transportistas fue la actualización de la estructura de costos e ingresos de las líneas metropolitanas de colectivos. Por medio de la resolución 804, la cartera de Transporte procedió a actualizar los valores y los cálculos de los costos operativos y salariales que se toman como referencia para la determinación de los subsidios.

Las nuevas planillas reconocen un aumento del 32% en el monto total de los subsidios que se destinarán para las empresas del AMBA. Tras haber embolsado un promedio de $ 24.500 millones por mes hasta setiembre, las líneas metropolitanas cobrarán entre octubre y marzo del próximo año un promedio mensual de $ 32.500 millones, equivalente a unos $ 1.083 millones diarios.

De acuerdo con los números oficiales y considerando las nueve clase de líneas que prestan servicios en el AMBA, el subsidio estatal por cada pasajero-viaje asciende a $ 151.

En tanto, cotejado con el total del parque de vehículos en actividad, las empresas recibirán por cada colectivo que pongan a prestar servicio un subsidio mensual que oscila entre $ 1.743.258 y $ 2.231.949, según el grupo tarifario en que se encuentren encuadradas.

Con ese paquete de subsidios, el Estado cubrirá entre el 70% y 87% del valor real de cada viaje, mientras que los usuarios abonarán solamente entre el 13% y 30% restante hasta la próxima actualización de los costos del sector agendada para después del verano, cuando comiencen a calentar los motores de la campaña electoral.

Nota Editada en LetraP