27/10/19

Dietrich-Ratazzi: la fórmula para un negocio entre barcos y helicópteros

Por Antonio Rossi


Casi en forma simultánea con la sorpresiva jugada que apunta a transferir el puerto de Buenos Aires al Gobierno de la Ciudad; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich cerró contrarreloj un nuevo negocio que tiene como claro beneficiario a Cristiano Ratazzi, el polémico y mediático empresario italiano que conduce la filial local del grupo Fiat-Chrysler.

Se trata de la utilización del servicio de helicópteros para el traslado de los Prácticos que embarcan y desembarcan en los barcos de cargas en la denominada Zona Común del Río de la Plata, la puerta de entrada a los principales puertos del país.

Con el visto bueno de Dietrich, el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Mariano Saúl salió a activar en la última semana la entrada en escena de los helicópteros con una marcada presión a un grupo de agencias marítimas para que contraten a la empresa Flight Express del grupo Módena que controla Ratazzi.

El lobby de Saúl para priorizar a los helicópteros en lugar del tradicional e histórico servicio de lanchas encontró eco en al menos tres agencias marítimas –Robinson, Delfino y Dulce—que comenzaron a llamar a la compañía de Ratazzi para los traslados y las maniobras de abordaje y desembarque de los Prácticos.

Las bases del nuevo negocio que los funcionarios de Transporte quieren dejar como herencia para el próximo Gobierno se habían establecido a mediados de 2017 con un decreto de Mauricio Macri que obliga a los Prácticos a cubrir los servicios solicitados por las agencias marítimas y navieras so pena de recibir multas y la cancelación de habilitaciones para trabajar.

Bajo el argumento de que había que “bajar los costos y mejorar la competitividad”, el Gobierno le impuso a los Prácticos –por medio del decreto 874/2017--la fijación de un cuadro de “tarifas máximas” y un nuevo marco regulatorio que les impide llevar adelante reclamos y medidas de fuerza que impliquen la paralización o demora en la prestación de sus servicios. A eso se sumó la obligación de tener que aceptar los medios y equipos de traslados que dispongan las empresas navieras.

Pero más allá de esa norma—que fue denunciada en la Justicia por inconstitucional--, lo que más llama la atención de esta movida a favor de los helicópteros de Ratazzi es el hecho de que no hay antecedentes en el mundo de la utilización de esas aeronaves en zonas sin hielos o similares a la Zona Común rioplatense debido a los mayores riesgos y costos operativos y de seguros que implica ese tipo de servicio.

Ante la maniobra desplegada por el ministerio de Dietrich, la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje (CAPP) que preside Claudio Tubio decidió salir al cruce con un documento que resalta las inconsistencias y las consecuencias negativas que sobrevendrán por la incursión de los helicópteros.

Entre otras aristas salientes, la CAPP advirtió lo siguiente:

--Más del 90% de las maniobras de transferencia de Prácticos a los buques se desarrolla internacionalmente con lanchas y los pocos lugares del mundo donde se realizan maniobras con helicópteros tienen que ver con zonas donde debido a condiciones meteorológicas desfavorables se hace imposible el uso de las lanchas. Pero aún en esos casos extremos se utilizan unidades “marinizadas”, es decir especialmente adecuadas para trabajar con vientos muy intensos y condiciones de mar muy adversas, situación que no se observa con las aeronaves habilitadas para operar en el país.

--El costo operativo derivado de la utilización de helicópteros es muy elevado, superando ampliamente al de las lanchas, con lo cual lejos de hacer decrecer los costos del transporte la medida impulsada por el Gobierno no hace más que elevar los gastos operativos para favorecer un negocio que no tiene en cuenta el riesgo al cual se exponen las personas.

--El uso compulsivo de helicópteros como operatoria regulada para el embarque y desembarque de los Prácticos supone el sometimiento del profesional a un riesgo extra y por tanto genera la necesidad de obtener una mayor cobertura de seguro con el consiguiente incremento de los costos operativos de transporte.

--Más allá de las condiciones técnicas que deben reunir los helicópteros para operar en una zona asimilable al mar como es el Río de la Plata y del mantenimiento constante a que deben someterse dichos aparatos, debe ponerse sobre el tapete que la maniobra de posarse sobre un buque en movimiento o fondeado resulta muy riesgosa en si misma y exige de parte de los pilotos una gran pericia conductiva y una práctica continuada que, por los antecedentes de las empresas operadoras, no poseen.

Según los cálculos que hacen los especialistas del sector, la utilización de helicópteros tiene un costo promedio que no baja de los 5.000 dólares para cada traslado de los Prácticos. En cambio, ese mismo desplazamiento con el tradicional servicio de lanchas tiene una tarifa que, en promedio, resulta casi un 50% más baja.

Además en el caso de los helicópteros hay que añadir otros costos que no corren para el servicio de lanchas. Uno de ellos es el fondeo del barco para el abordaje y desembarque del Práctico que implica un gasto extra de 1.500 dólares. Y otro es el costo de la movilidad y el tiempo de servicio del Práctico desde su domicilio hasta la base operativa de la empresa aérea.

Hasta ahora la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) –que controla otro incondicional de Dietrich, Tomás Insausti—habilitó nueve helicópteros para brindar el servicio a las navieras. Seis aeronaves son de la empresa de Ratazzi (Flight Express) y las tres restantes pertenecen a la firma Helicópteros Marinos SA.

En el caso de Flight Express, los helicópteros habilitados son los que están preparados para el traslado de pasajeros y emergencias médicas que Ratazzi también utiliza para prestar los servicios contratados por la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta para tareas de rescate y atención de urgencias sanitarias del SAME y la Policía Metropolitana.

(Editada en www.letrap.com.ar)