Tras haber criticado duramente al anterior gobierno cuando estaban en la vereda de la oposición, ahora los funcionarios de la administración macrista están copiando y perfeccionando la cuestionada práctica del kirchnerismo de anunciar varias veces la misma obra.
Tal como hiciera la ex presidenta Cristina Kirchner con los reiterados actos de inicio del soterramiento de la línea Sarmiento y las inauguraciones virtuales de hospitales en distintos puntos del país; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich ha vuelto a anunciar el megaproyecto ferroviario de la “Red de Expresos Regionales de la Región Metropolitana de Buenos Aires” (RER).
El primer anuncio oficial de la RER tuvo lugar en setiembre de 2016 en un acto que encabezaron Dietrich y el presidente Mauricio Macri. Después, volvió a promocionarse mediáticamente unas semanas antes de las elecciones de 2017.
Y ahora y sin ninguna mención a las anteriores presentaciones, ni a la reciente anulación de la fallida licitación de una parte del proyecto; Dietrich y las principales figuras del gobierno volvieron a lanzar con bombos y platillos la polémica megaobra ferroviaria que según los cálculos oficiales implicará una inversión del orden de los 2.300 millones de dólares.
Luego de no haber podido adjudicar las obras iniciales bajo el mecanismo tradicional de contratación pública, la gestión macrista salió a prometer que la RER se ejecutará y financiará con el nuevo sistema de Participación Público-Privada (PPP).
A principios de febrero, el propio Dietrich procedió a anular el proceso licitatorio de la nueva “Estación Plaza Constitución Subterránea”, en la cual tenía previsto invertir casi 290 millones de dólares para poner en marcha el megaproyecto emblemático de la RER.
Esa licitación de la nueva estación de Constitución había arrancado en mayo del año pasado y—según los anuncios oficiales—iba a ser “la primera gran obra de la RER, el sistema que va a interconectar toda la red metropolitana de trenes a través de 20 nuevos kilómetros de túneles y estaciones subterráneas, y beneficiará a más de 10 millones de personas para que puedan viajar más cómodo, más seguro, con ahorros de tiempo promedio de entre 30 y 40 minutos, y mejor conectados”.
Pero tras haber postergado tres veces la recepción de ofertas por el escaso interés que mostraron las constructoras, la cartera de Transporte se vio obligada a dar por caída esa licitación para volver a encarar la concreción del proyecto con la nueva modalidad de contratación del sistema PPP.
En teoría, con el esquema PPP son las empresas privadas las que se encargan financiar y realizar las obras sin que el Estado tenga que desembolsar recursos en forma anticipada. Con este sistema, tanto el repago de las inversiones, como el eventual mantenimiento de las obras se comienzan a pagar una vez que están concluidas y habilitadas.
El gran riesgo que corre el Gobierno con este mecanismo es que los precios finales de las ofertas sean sensiblemente más elevados que los valores que vienen pagando actualmente por obras similares debido a los mayores costos operativos y las tasas de interés que deberán afrontar las empresas constructoras a la hora estructurar los financiamientos a largo plazo de los proyectos en juego.
El lanzamiento de las obras de la RER bajo la modalidad PPP se da en medio del proceso licitatorio de los nuevos corredores viales que el Gobierno tiene en marcha con el mismo esquema de contratación.
En este caso, ante los reclamos y dudas de las empresas interesadas en el negocio, los funcionarios de Transporte y Finanzas que llevan adelante las licitaciones viales ya han procedido a postergar la fecha inicial de presentación de las ofertas y no se descarta que introduzcan nuevas modificaciones regulatorias que apunten a reforzar las garantías de pago del Estado y agregar otros incentivos fiscales para los oferentes privados.
En lo que respecta a la RER, lo que saldrá a licitación a partir del 19 de abril son tres paquetes de obras para la conexión física de las líneas Roca, Mitre y San Martín mediante la construcción de 2 nuevas estaciones subterráneas (Constitución y Central Roca, ubicada debajo del Obelisco), más un túnel de 11 kilómetros desde Constitución hasta Retiro junto con las obras ferroviarias y de infraestructura necesarias para la circulación de los trenes.
El primer paquete de obras comprende la construcción de la nueva “Estación Central Roca” y la extensión de esa línea ferroviaria por debajo de la Avenida 9 de Julio. Según el cronograma oficial, el 27 de agosto de este año se estarían abriendo los sobres con las ofertas para definir la adjudicación al grupo ganador el 26 de octubre. En este caso, la inversión prevista rondará los 1.000 millones de dólares.
El segundo contrato en juego es para la construcción de la nueva Estación Subterránea de Constitución que se licitará a partir de julio con una inversión estimada en torno a los 300 millones de dólares.
Y el tercer bloque—valuado en algo más de 1.000 millones de dólares—corresponde al denominado “Intercambiador Norte” en Retiro que se prevé licitar en enero del próximo año.
Fuente: Transporte y Energía