Sin obras concretas para mostrar y en medio del ajuste fiscal que va camino a paralizarle casi todos los proyectos de infraestructura que había prometido para este año, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich decidió copiar una engañosa práctica de la gestión kirchnerista para no perder protagonismo y sostener el “relato oficial” de que se está transitando una época de cambios.
Se trata de la cuestionada modalidad de anunciar y presentar varias veces la misma obra que no registra avances concretos como algo nuevo y superador.
Esta vez los funcionarios de Transporte volvieron a enfocarse en la tantas veces prometida electrificación del ferrocarril San Martín para difundir un nuevo anuncio de la obra que la administración macrista ya había propalado previamente en cuatro ocasiones en el lapso de los últimos doce meses.
El apuro por salir a exhibir alguna información positiva y la falta de conocimiento del tema de los que redactan los textos de prensa se conjugaron para dejar en offside a Dietrich y poner en duda su credibilidad.
El comunicado de Transporte sobre el “supuesto” avance la electrificación de la línea San Martín-- que los medios oficialistas y cercanos al gobierno reprodujeron sin ningún agregado y corrección-- presenta tres aristas relevantes que muestran una deliberada intención oficial por imponer un relato que no coincide con la realidad y la historia.
En primer lugar, el comunicado de la cartera de Dietrich arranca destacando tres cosas obvias y conocidas: que el ferrocarril une Retiro con Pilar será electrificado, que se modernizará en forma integral y que la obra demandará una inversión de 500 millones de dólares financiada por el BID.
Tras cartón señala que “hoy se conocieron las 5 ofertas a la licitación internacional, presentadas por un total de 15 empresas, de las cuales 8 son locales y 7 son extranjeras, con participación de firmas de China, España, Italia, Francia y Alemania”. Lo curioso es que en ningún momento los funcionarios dieron a conocer quienes son las empresas que participaron de la licitación y cómo quedaron integrados los consorcios oferentes.
A eso se agrega otro dato llamativo. Según el comunicado oficial, el análisis y la selección del ganador de la obra demorará casi un año, ya que tanto la adjudicación, como el inicio de los trabajos están agendados para el segundo semestre de 2019.
En segundo lugar, la extensa gacetilla de Transporte resalta que la electrificación del San Martín forma parte del plan de modernización ferroviaria del área metropolitana que incluye la megaobra de la Red de Expresos Regionales (RER) y la compra de 1.500 nuevos coches eléctricos de pasajeros para renovar todas las flotas de los servicios urbanos.
Lo que no aclararon los funcionarios es que tanto la licitación del megaproyecto de la RER, como la correspondiente a la adquisición de las nuevas formaciones ferroviarias han sido congeladas hasta nuevo aviso por el impacto de la crisis cambiaria y la falta de interés de los oferentes que no consiguen financiamiento para obras en la Argentina.
Y en tercer lugar, el dato del anuncio oficial que más ruidos y rechazos ha generado en el sector es el referido a la parte histórica de la línea San Martín.
El comunicado sostiene que “la línea San Martín, históricamente construida por la empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, funcionó impulsada a vapor desde sus orígenes, hacia fines del siglo XIX. El último salto tecnológico se produjo entre fines de los años 50 y principios de los 60, cuando se incorporaron las primeras locomotoras diesel. Seis décadas después, la línea será electrificada. La electrificación requiere la modernización de la flota, reemplazando los trenes diesel –que funcionan desde los años 60- por trenes eléctricos”.
De esta manera, el ministerio de Dietrich pasó olimpicamente por alto el cambio tecnológico que registró el ferrocarril San Martín hace menos de cinco años.
Producto de los acuerdos que había firmado la administración kichnerista con el Gobierno de China, la flota de la línea San Martín fue renovada íntegramente con la incorporación de 160 nuevos coches remolcados y 24 locomotoras diesel eléctricas modelo CSR SDD7.
La modernización de la flota del San Martín se concretó entre diciembre de 2013 y mayo de 2014 durante la gestión del ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo.
Como los nuevos trenes chinos tenían pisos elevados similares a los de las formaciones eléctricas, la anterior administración K, tuvo que encarar las obras de reforma y levantamiento de los andenes de todas las estaciones entre Retiro y Pilar. ‘
Debido a esto, ahora el consorcio que lleve adelante la electrificación de la línea ya no tendrá que elevar los andenes para la corrida de los nuevos trenes eléctricos que, según Dietrich, van entrar en servicio en el año 2022.
Fuente: Transporte y Energía