Por Antonio Rossi
(LPO) - Jaqueado por los amparos judiciales que frenaron los aumentos en las tarifas de gas y por los cuestionamientos internos de sus pares del Gabinete, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, puso en práctica uno de los procedimientos que solían utilizar los colaboradores del ex ministro de Planificación, Julio de Vido para desviar la atención y amortiguar las críticas a las medidas más polémicas.
Tras el fallo de la Cámara Federal de La Plata que declaró nulas las resoluciones que habían autorizado los ajustes tarifarios a nivel nacional, la cartera de Energía presionó a las principales gasíferas privadas para que dejen de lado el bajo perfil que venían mostrando hasta ahora y salgan a defender públicamente el polémico tarifazo.
Al igual que en la época kirchnerista, las distribuidoras de gas de la región metropolitana –Metrogas y Gas Natural Fenosa—y las transportadoras troncales TGS y TGN volvieron a recibir instrucciones telefónicas del área de Energía para que, en línea con los argumentos oficiales, comiencen a respaldar en los medios el “sinceramiento tarifario” que el gobierno resolvió aplicar a los usuarios del servicio de gas desde el pasado mes de abril.
Los directivos de las gasíferas reconocierona LPO que a diferencia de las épocas de De Vido, cuando llamaba Baratta, esta vez el pedido que salgan a defender el tarifazo fue hecho de manera "civilizada".
“Si bien fue a las apuradas, al menos esta vez el pedido oficial de salir a apoyar los aumentos fue hecho de manera civilizada y no a los gritos y con la prepotencia que desplegaba Roberto Baratta (el ex subsecretario de Coordinación de De Vido) cada vez que necesitaba mostrar la posición de las privatizadas”, admitieron desde una las gasíferas que durante el fin de semana largo emitieron comunicados a favor del cuestionado ajuste tarifario que implementó la administración macrista.
Siguiendo las “sugerencias” que bajaron del ministerio y del Enargas –el ente regulador que comanda David Tezanos, ex presidente de Metrogas hasta diciembre pasado—, las distribuidoras y transportadoras sacaron comunicados de prensa haciendo foco en las siguientes aristas:
-Tras más de 14 años de un histórico retraso en las tarifas, el sector regulado del gas natural ha comenzado a recuperar la institucionalidad, los mecanismos previstos en las leyes, las normas y los marcos regulatorios.
-Las empresas arrastran años de pérdida a nivel de resultado operativo debido al congelamiento tarifario y a los crecientes costos operativos, que ponían en riesgos la continuidad del servicio.
-Los aumentos están atados a planes de obras obligatorias que superan los 4.000 millones de pesos en 2016.
No obstante haber cumplido con el requerimiento oficial, las gasíferas se cuidaron de no exponerse demasiado en el escenario mediático.
Se limitaron a difundir los comunicados con pedido de publicación, pero ninguna de ellas los subió a sus páginas web.
Más allá de esta aparición forzada, las gasíferas se ven venir otra situación complicada que no quieren afrontar para no exponerse a los ataques de las entidades de usuarios y los referentes de la oposición.
Según vislumbran en las empresas, la Corte va camino a fallar a favor de la convocatoria a audiencias públicas donde cada una de las nueve distribuidoras y las dos transportadoras de gas deberán dar la cara para mostrar sus números y defender los aumentos autorizados por Aranguren.